lunes, 29 de julio de 2013

Una óptica / Comercio y medio ambiente

Esta es una entrevista hecha por 7Días.com a Ligia Bonetti en que se destacan sus planteamientos sobre la relación entre comercio y medio ambiente.


Comercio internacional y medio ambiente
"Las normas de comercio internacional no se contraponen al medio ambiente", dice Bonetti

Sin solución inmediata a la vista, el diferendo comercial entre la República Dominicana y Haití es una espina que molesta e inquieta profundamente al empresariado dominicano. Y no es para menos: el vecino es el segundo socio comercial del país, y el primero para la industria local. Ni pensar en perder ese mercado.
El tema es complejo, aunque aquí sea marcada la propensión a agarrarlo por las hojas. Pero, además, es un tema político refractario a las interpretaciones maniqueas.
 Y aunque ocupa los primeros planos informativos desde hace alrededor quince días, y empresarios y organizaciones cupulares han sido generosos en las declaraciones, 7dias.com.do quiso conocer la opinión de Ligia Bonetti, presidenta de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, sobre algunas de sus aristas más filosas.

Las relaciones comerciales entre la República Dominicana y Haití no parecen estar en su mejor momento. ¿Qué cosas habría que hacer para enderezarlas?
El señor embajador de Haití, Fritz Cineas, estableció un punto con el cual estamos de acuerdo: hay que definir prioridades y el comercio es una de ellas. Sin embargo, además de definir prioridades los mecanismos deben funcionar y deben trabajar de modo efectivo sobre ellas. La Comisión Mixta tiene un papel importante, nuestro servicio exterior es clave, la voluntad política de ambos mandatarios también.
Se pueden argumentar temas de salud o medio ambiente, pero deben respetarse procedimientos que garanticen un normal desenvolvimiento del comercio.

¿Hasta dónde tiene razón el empresariado haitiano cuando afirma que el intercambio bilateral es “abusivo” y “depredador” en perjuicio de Haití?
Si por “abusivo” se entiende el déficit comercial entre ambas naciones, creemos que se trata de un argumento que esgrimimos todos los países cuando vemos ese tipo de relación o intercambio. Sin embargo, la verdad es que los países debemos buscar al interior cuáles son las condiciones que nos están impidiendo competir. Es lo que estamos haciendo en la República Dominicana en relación con los mercados de Centroamérica, Estados Unidos y Europa, con los que tenemos una balanza en contra nuestra. El planteamiento de la AIRD es claro: no cambiamos a esas naciones, no podemos, simplemente debemos cambiar las condiciones internas en que se realizan nuestros procesos productivos.
Si por “depredador” se refiere al tema reciente de los plásticos, expresamos que obtemperando a la solicitud haitiana las empresas productoras de plásticos en República Dominicana iniciaron la inclusión de un aditivo en sus productos para Haití, el único de 72 destinos de nuestras exportaciones con los cuales hemos tenido alguna dificultad en este último año en ese renglón.

¿Ha cometido el país alguna pifia que pueda servir de base a la acusación de incurrir en prácticas comerciales desleales?
No lo creemos, pero si las autoridades haitianas así lo valoran están en su derecho de recurrir a los organismos en donde se pueden dirimir estas diferencias o situaciones, tales como la OMC o incluso dentro del marco del EPA.

¿Favorecía la AIRD el cierre de los mercados fronterizos como parte de la regularización del comercio bilateral?
No, no favorecemos el cierre de los mercados fronterizos. Favorecemos incrementar mecanismos que promuevan la formalidad en el mercado y que, por lo tanto, ambos gobiernos puedan verse beneficiados en el plano fiscal, sin perjudicar a su sector productivo y mucho menos a sus consumidores.

La AIRD denunció la pasada semana la decisión del gobierno del presidente Michel Martelly de prohibir la importación de plásticos como posterior a la veda de productos avícolas. Sin embargo, esa decisión es de agosto de 2012 y debió entrar en vigor en octubre de ese mismo año. ¿No lo sabían los industriales dominicanos?
Se acordó vía Cancillería utilizar en los productos plásticos el aditivo OXO en el entendido de que era lo requerido por el gobierno haitiano. Las empresas incorporaron ese aditivo, pero no tienen forma de comprobarlo porque no tienen laboratorios.
Haití alega la defensa de la salud de la población y la preservación del medio ambiente. ¿Es un argumento plausible o hay normas internacionales de comercio que deben prevalecer?
Cada país traza las normas de salud y medio ambiente que considera atinadas, respetando, claro, los convenios internacionales de que sea signatario. Las normas de comercio internacional no se contraponen a la preservación del medio ambiente, pero su armonización es parte del proceso de diálogo entre los gobiernos. Sí consideramos que es de rigor que si un país se siente afectado informe a la otra parte por canales correspondientes y pida correctivos, si así fuese necesario.
Es decir, se pueden argumentar temas de salud o medio ambiente, pero deben respetarse procedimientos que garanticen un normal desenvolvimiento del comercio y una solución apegada a las realidades técnicas y científicas.

¿Llegarán estos conflictos al río de la OMC o hay otras instancias en las que puedan ser dirimidos sin el riesgo de mayores tensiones?
Esperamos que no lleguen a la OMC. Estamos en nuestro derecho y Haití también, pero creemos que es necesario un acercamiento entre gobiernos. Es lo que hemos pedido a nuestras autoridades: que velen por nuestros intereses como nación y como sectores productivos. 7Días.com

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