jueves, 22 de septiembre de 2016

Prensa / Industriales y DGII

Palabras de Campos De Moya en Desayuno Temático con el 
Director General de Impuestos Internos, Magín Díaz
22 de Septiembre, 2016

(Saludos).

Juan Tomás Monegro, Franklin León, Magín Díaz,
Campos De Moya y Angel Estévez.
Comienzo mi intervención haciendo una sencilla declaración al señor Director General de Impuestos Internos: esta es su casa. La industria es su casa. En nuestra cultura decir esto a alguien es decirle: siéntase cómodo, pero también es decirle que está llamado a defenderla, a comprometerse con ella, a protegerla.

La industria, su casa señor Director, es uno de los sectores a través del cual se  pagan más impuestos (34% del total de impuestos internos según datos de la DGII). Pero también es uno de los sectores que no sólo tiene que enfrentar circunstancias internas adversas, sino que también está obligado a competir siendo una de las economías más abiertas del mundo.

Esta imagen me permite decirle que no nos mire desde fuera. Entre. Vea nuestras potencialidades, pero también las amenazas que merodean alrededor de la industria y en algunas de las cuales la Dirección General de Impuestos Internos está llamada a ser un ente que contenga dichas amenazas.

Para esto, enfocarnos en incrementar la productividad y la competitividad es una tarea urgente y enfrentar las diversas circunstancias que nos impiden alcanzar esos objetivos con éxito.

Una de esas circunstancias es la evasión de impuestos. Evasión que viene desde diferentes litorales y que se articula con males como el contrabando, la elusión, falsificación, informalidad y ciertos privilegios en el comercio de bienes. Evasión que no sólo golpea a los sectores formales de la economía, sino que también golpea las recaudaciones del Gobierno reduciendo su capacidad de inversión y provocando una sobrecarga a los sectores que cumplen la ley y que pagan sus impuestos.

En el caso del contrabando, la elusión y la falsificación no parecen ser delitos aislados de individuos que ven una oportunidad de lucrarse haciendo daño al fisco, a la industria nacional y, en muchos casos, a la salud de los dominicanos, sino que cada vez más constituyen la expresión de una delincuencia organizada que no sólo se estructura para introducir determinados productos evadiendo los controles aduanales o fronterizos o para colocar en el mercado nacional productos falsificados, sino que además se estructura como toda una red de distribución que se extiende por casi todo el territorio nacional.

Para la persecución de la evasión fiscal es un paso acertado el anuncio hecho hace unas semanas por usted, señor Director, de iniciar procesos que permitan el fortalecimiento técnico y administrativo de la DGII. Son medidas que el sector industrial ve con buenos ojos, pero el esfuerzo, para que sea más efectivo debe hacerse de manera conjunta con Aduanas y la Producraduria General de la República.

Se precisa, además, que los esfuerzos de la DGII se dirijan a ampliar la base de los contribuyentes posibles, dentro del marco existente actualmente, garantizando así una mayor equidad fiscal.
Señor Director, este país es muy pequeño y no es raro saber quienes cumplen la ley y quienes no. Los que evaden y los que no. Solo se requiere actuar con firmeza y cero tolerancia frente a los evasores que pueden ser desde industrias hasta políticos o funcionarios. Para esa tarea puede contar con nuestro apoyo, pero frente a todos, pues hasta ahora ha sido más facil fiscalizar a una empresa formal que castigar a un evasor que ni siquiera presenta su declaración jurada.
Por otro lado, en un marco más amplio debemos abordar la necesaria racionalización y eficiencia del gasto público, así como el establecimiento de un presupuesto público equilibrado, que permita una sostenibilidad fiscal a mediano y largo plazo.

En resumen, para la AIRD es importante que en cualquier discusión sobre aspectos fiscales en el país se tomen en cuenta los siguientes principios elementales como forma de garantizar el desarrollo sostenible de la República Dominicana:

1.    Mejorar la competitividad del país en el marco del mercado internacional;
2.    Fomentar  la inversión productiva, así como la generación de  empleos y divisas;
3.    Reducir el costo de la formalidad y simplificar los procedimientos tributarios;
4.    Reducir los altos niveles de informalidad, de evasión, ilegalidad y contrabando;
5.    Garantizar  la equidad fiscal y la competencia leal entre los contribuyentes de un mismo sector;
6.    Erradicar la  tolerancia a la evasión fiscal;
7.    Ampliación de la base de  contribuyentes;
8.    Lograr el equilibrio presupuestario;
9.    Cero tolerancia a la corrupción y al mal uso de los fondos públicos;
10. Lograr un mecanismo legal que establezca obligaciones y responsabilidad fiscal que garantice  un gasto público eficiente, transparente y supervisado;
11. Simplificar la tributación y eficientizar procedimientos de cobro para formalizar la economía;
12. Fortalecer la lucha contra el ilícito, las falsificaciones y contrabando;
13. Racionalizar los anticipos y eliminar presunciones de renta;
14. No incrementar ni adicionar los selectivos para los consumos de bienes o servicios;
15. No gravar el proceso productivo;
16. Transparentar y revisar la metodología  de cálculo de gastos tributario y presión fiscal;
17. Erradicar estructuras tributarias que fomenten la evasión e impliquen doble tributación.
Es decir, señor Director, que la AIRD aboga por un trabajo entre el Gobierno y los sectores productivos que permitirá que los dominicanos fortalezcamos la cultura de decir NO a cualquier ilícito, de decir NO a la complicidad y decir SI a la productividad y la generación de riquezas.

La DGII es clave en este proceso.

Muchas gracias.



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