jueves, 1 de agosto de 2019

Hacia la economía circular


Un cambio de cultura en la forma de producir

Palabras Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD en el Desayuno Temático "El Plástico: Desafíos y Compromisos para su Reducción"
Jueves 01 de agosto de 2019, 8:00 a.m. en el Salón Empresarial

Damos la bienvenida a nuestro ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ángel Estévez, quien hoy compartirá su visión sobre los desafíos que tenemos como nación en un tema tan neurálgico para nosotros y para el mundo como es el del plástico.

Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) analiza el costo de no cooperar para los países de la región. En la Asociación de Industrias de la República Dominicana vemos con agrado que en el país la cooperación entre el sector público y privado se está convirtiendo en una constante. En ocasiones requiere esfuerzo, trabajo, confianza, pero estamos seguros de que esta cooperación es parte de las posibilidades de desarrollo sostenible con el cual contamos.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible plantea un cambio de paradigma, al integrar las dimensiones económica, social y ambiental. Esta Agenda demanda un esfuerzo en el ámbito de las políticas públicas y un nivel de inversiones que no le es posible alcanzar a los Estados por sí solos y que requieren la participación del sector privado. La AIRD ha enarbolado esta bandera desde el Primer Congreso Industrial celebrado en 2007 y la profundizó en el Segundo Congreso, convencidos de que competitividad y cultura exportadora constituyen un desafío de todos.

Muchas empresas líderes a nivel mundial y en República Dominicana ya reconocemos que integrar los principios de sostenibilidad planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestras culturas corporativas y operaciones no es solo un imperativo ético, sino un factor clave de competitividad, necesario para el posicionamiento de la empresa a mediano y largo plazo en el mercado local y en el mercado internacional.

El ODS 8.4 plantea “mejorar progresivamente, de aquí a 2030, la producción y el consumo eficientes de los recursos mundiales y procurar desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, conforme al Marco Decenal de Programas sobre modalidades de Consumo y Producción Sostenibles”, teniendo como áreas temáticas relevantes el desarrollo de empresas, el medio ambiente y empleos verdes y el futuro del trabajo.



La AIRD ha estado trabajando, además de una intensa agenda en torno a temas legislativos, en los temas del cambio climático, eficiencia energética, reciclaje, valoración de los residuos sólidos como fuente de nuevas materias primas y, por lo tanto, fuentes de riqueza, etc., con lo cual nuestro mensaje es claro: somos proactivos en los temas ambientales, tanto por nuestro sentido de responsabilidad social como por el sentido de sostenibilidad de nuestros negocios.

Es parte del marco en el cual la AIRD ha impulsado un cambio de cultura en la forma de producir, pasando de la producción lineal que termina en desecho, a la economía circular en el cual cualquier residuo es materia prima secundaria.

Para los industriales, el plástico tiene valor de mercado y su colocación al precio adecuado abre puertas para brindar un servicio ambiental inestimable, haciendo más competitiva nuestra economía y nuestro país. Este cambio de modelo hacia una economía circular contribuye a que todo residuo –y no solo el plástico- del proceso productivo de una industria o del postconsumo pueda convertirse en materia prima para otras actividades productivas de la misma industria o de otras empresas.

Estamos más convencidos que nunca que es fundamental movernos hacia el aprovechamiento de los residuos y el fomento de negocios circulares. Se trata también, en el marco de los ODS, de generación de empleos y de sostenibilidad.

Hay un conjunto de retos que comenzamos a enfrentar para instaurar con amplitud este modelo de economía circular. La mentalidad que subyace en el fondo es simple: el desecho no es desecho, es residuo, y el residuo es materia prima.  

Llamo al sector público y al sector privado, así como a la sociedad en su conjunto, a responder con pasión y compromiso, a facilitar el marco normativo en que esto se desarrolle con velocidad, seguros de que así mejoraremos nuestra productividad sin comprometer la sostenibilidad ambiental de las futuras generaciones.

Los ODS son un compromiso de todos, la economía circular un modelo para su alcance.

Muchas gracias.



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