viernes, 1 de diciembre de 2023

Gestión competitiva y empresas familiares

 Las estructuras se sacuden, las empresas familiares sobreviven

Palabras de Juan Ventura, presidente de AIREN, en el Primer Simposio Internacional de Empresas Familiares / 30 de noviembre, 2023.


Las empresas necesitamos confianza, un clima adecuado de negocios, estabilidad en las reglas del juego y una gestión competitiva que nos haga exitosas. Compartir experiencias y reflexiones en torno a este aspecto de la gestión es fundamental, no solo para continuar existiendo sino también para ser factor de bienestar y desarrollo para las familias empresarias y para la sociedad.

Al parecer, vivimos tiempos en que nos encontramos recogiendo los efectos de huracanes económicos, políticos, sociales y culturales. La pandemia de COVID-19, la guerra entre Ucrania y Rusia, las enormes dificultades logísticas en el comercio internacional, para mencionar algunos de estos vientos vividos en los últimos cinco años.

No acabamos de superar algunos de estos elementos, cuando surgen otros o se ven algunas nubes en el horizonte. Al interior de nuestras naciones, cambios políticos, recomposición de los bloques económicos, el grave problema de la migración que también está redefiniendo fronteras internas de los países, la guerra en el Medio Oriente… Son tiempos de cambios rápidos. No hay oportunidad para la incertidumbre, para dudar. Las decisiones han de ser oportunas, flexibles, con la misma velocidad o mayor a la que se presentan estos cambios.

No es coyuntural. Nuestras estructuras se sacuden. En ese contexto, las empresas familiares -de bienes o servicios- son las que cuentan con la mayor posibilidad de desarrollar los músculos necesarios, como empresas, para responder a estos y otros retos que no hemos mencionado, y salir airosas, porque son empresas que tienen raíces en valores de familias, que han logrado conformar familias empresarias, emprendedoras. Claro, hablo de aquellas que entran o han entrado en la dinámica de crecer, desarrollarse y trascender en el tiempo. Las demás, suelen perecer antes de la tercera generación.

En ese sentido, este Primer Simposio Internacional de Empresas Familiares, con el tema de “Gestión Competitiva y la Empresa Familiar en el nuevo Panorama Mundial”, nos alegra sobremanera pues enriquece las respuestas a estos temas y fortalece nuestra confianza en el tejido productivo generado en las familias.

Un breve recorrido por algunas cifras nos da la razón de esta confianza.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), estima que entre el 65% y el 80% de las empresas en todo el mundo son empresas familiares. En Europa, se indica el 60%, destacándose España con un 89% del tejido empresarial. En

El informe "Empresas Familiares en América Latina: Desafíos y Oportunidades" publicado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), establece que, aproximadamente, el 85% de las empresas en América Latina son empresas familiares (PricewaterhouseCoopers (PwC) considera que el 73% son empresas familiares en América Latina), y generan sobre el 60% del Producto Interno Bruto.

En el caso de Republica Dominicana, una estimación ubica el porcentaje de empresas familiares cercano al 90%.

Estas estimaciones, junto a numerosos estudios, nos permiten afirmar que las empresas familiares son determinantes en la economía global, en la economía de América Latina y también en la dominicana.

Tienen características únicas: apuntan más a valores de sostenibilidad a largo plazo y la responsabilidad social, buscan un equilibrio entre empresa y familia, suelen encarar como “tema de familia” los cambios generacionales y tecnológicos. Se encuentran ubicadas en una diversidad de sectores (desde la industria a los servicios, la tecnología, la moda, la alimentación, la agricultura).

Las empresas familiares, además de su importantísima contribución al PIB de las economías nacionales, se caracterizan por ser significativas en la generación de empleos, sostenibilidad en el tiempo (especialmente aquellas que logran ser exitosas en la sucesión), características muy particulares de gestión, entre ellos la necesidad de planificar la sucesión, del equilibrio entre los intereses familiares y los empresariales, de adaptación a los cambios generacionales y tecnológicos.

Actualmente, dos retos importantes nos preocupan: la transición exitosa a la siguiente generación o sucesión, y el de la necesidad de capacitación continua para su fortalecimiento o profesionalización de la gestión.

Nuestro Centro de Desarrollo de Empresas Familiares trabaja arduamente ofreciendo apoyo en ambos aspectos a las empresas de nuestro país, e incluso aspiramos a internacionalizar nuestra práctica. Este Simposio, sin duda alguna, nos enriquecerá y nos ayudará a facilitar el equilibrar la prioridad por preservar la riqueza socioemocional con la eficiencia económica; a responder más eficientemente al desafío de la sucesión, a comprender los caminos de la integración entre empresa y familia.

Las empresas familiares necesitamos el soporte de instituciones diversas. En ese sentido, agradecemos al Banco de Reservas y al INFOTEP, patrocinadores oficiales de este evento, y aliados permanentes del CDEF.

Peter Drucker expresa que “gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer lo correcto”. Las empresas familiares están en posición privilegiada para ambas cosas, porque son dinámica productiva y son familia.

 

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