Preocupa a Campos De Moya logros migratorios
puedan detenerse por dinámicas políticas internas
Palabras
de Campos De Moya, presidente de la Asociación de Industrias de la República
Dominicana (AIRD), durante la presentación del “Perfil Migratorio de la
República Dominicana 2017”
Edición conjunta del
Instituto Nacional de Migración y la Organización Internacional para las
Migraciones
Jueves
15 de febrero de 2018, 6.30 PM en el Instituto Nacional de Migración
(Saludos).
El Perfil Migratorio de la República Dominicana, informe que hoy nos
presenta la Organización Internacional para las Migraciones, organismo
de las Naciones Unidas, y el Instituto Nacional de Migración, adscrito
al Ministerio de Interior y Policía de República Dominicana constituye un
acopio de información y un mapa indicativo de la ruta a seguir en el proceso de
hacer de la migración –tanto la emigración de dominicanos al exterior, la inmigración de extranjeros a suelo
nacional y la dinámica migratoria al interior de nuestro territorio- una
dinámica que contribuya al bienestar de todos: los que estamos, los que se
fueron, los que han llegado. Gracias a estas instituciones por escogernos para
presentar esta obra.
También damos las gracias y felicitamos al
Dr. Carlos Abaunza, quien coordinó todo el equipo y que contó con el respaldo
del equipo de investigación del Observatorio de Migraciones del Caribe
(OBMICA), contratado para esta labor.
El crecimiento de la economía
dominicana se ha convertido en un imán al generar más empleos, puestos de
trabajos. Sin embargo, esta información es necesario relativizarla. En la
Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) hemos reiterado una
y otra vez la baja calidad del empleo generado en la economía dominicana, en
gran medida empleos informales y de reducido valor agregado. Más allá de
elementos de carácter cultural o de desigualdades regionales, es necesario entender
que sí, que somos una economía que crece, dinámica, y a la vez que no, que no
generamos suficientes empleos para garantizar a quienes viven en el país una
certeza de que aquí podrán ver crecer con dignidad a sus hijos y sus hijas. Es
una dinámica compleja, es la dinámica del bienestar relativo, de las
expectativas.
Como nos indica el Perfil Migratorio, las conclusiones son
alentadoras en cuanto el análisis del comportamiento migratorio de los últimos
diez o quince años, nos permite afirmar que hay una nueva visión y conducción o
gobernanza como le llama el estudio, sobre el tema, que se sustenta –como nos
indica el informe y que aquí presento- en cuatro pilares:
1. Lineamientos
de política migratoria hasta el 2030, amparados en la Estrategia
Nacional de Desarrollo;
2. Un marco
normativo reciente que responde a los cambios en la
migración, incluyendo diversos instrumentos normativos como la Ley sobre
Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas en 2003; la Ley General de
Migración en 2004, la Ley 169- 14 que establece un régimen especial para
personas nacidas en República Dominicana inscritas irregularmente y sobre
naturalización, el Decreto 327-13 del Plan Nacional de Regularización de
Extranjeros, la Resolución 377-02 del Consejo Nacional de Seguridad Social y el
Decreto 96-16 para la inclusión de trabajadores extranjeros y beneficiados del
Plan de Regularización, en el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
3.
Una nueva institucionalidad pública, que incluye instituciones
como el Instituto Nacional de Migración; el Instituto de Dominicanos y
Dominicanas en el Exterior, INDEX; la Procuraduría Especializada contra el
Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas, entre otras.
4.
Finalmente, Lo que el informe llama una nueva gobernanza, que
consiste en la aplicación de las leyes y normas, logrando resultados que
considera “sin precedentes”, entre los que enumera la regularización
migratoria de 250 mil personas como parte del Plan de Regulación; la incorporación
del debido proceso en el control migratorio, inclusión de trabajadores y
familiares al sistema de salud y pensión; mayor información sobre migrantes a
partir de diversos estudios.
Esos pilares constituyen una respuesta a
los cambios que ha dado la migración
reciente en la República Dominicana, la cual es muy diferente a la del Siglo
XX. El Perfil Migratorio caracteriza
la migración que hoy vivimos, a casi dos décadas del presente siglo. Algunas características
que considero importante destacar:
·
Una inmigración que se ha tornado urbana.
·
Incremento de la movilidad de corta estadía,
superando los seis millones de personas anualmente;
·
Un crecimiento extraordinario de la inmigración
venezolana, pues mientras hasta el 2015 significaban unos 50,000 por año,
al 2016 alcanzaron la cifra de 165 mil, aunque –según el informe- más del 90%
retornó antes de los 30 días;
·
La proporción entre emigración e inmigración ya
es de 3 dominicanos en el exterior por cada inmigrante en la República
Dominicana.
·
Un dato importante desde el punto de vista económico:
la dinámica de las remesas permite concluir que los ingresos de la diáspora
dominicana están por encima de los 40 mil millones de dólares al año y su
capacidad de ahorro sobrepasa los 3 mil millones de dólares por año. Los
estudios indican que cerca de 1.7 millones de hogares dominicanos reciben
remesas mensualmente (más de la mitad de los hogares).
Sin embargo, toda esta caracterización con
balance positivo, pese a lo complejo del tema, se encuentra con retos que el Perfil Migratorio esboza y que se
centran en la sostenibilidad de los resultados, en la profundización de los mismos,
en la ampliación de los instrumentos legales. Es decir, retos propios de la
dinámica migratoria en sí, de la coordinación interinstitucional, del entramado
político nacional e internacional que en ocasiones dificulta avanzar.
Este importante trabajo es una extensa obra
de más de 380 páginas. El cúmulo de información es enorme. Los aspectos
abordados muy diversos. Las fuentes consultadas, muy variadas. Los estudiosos
tienen en el material un suministro de datos, de planteamientos, que permitirán
profundizar. Los hacedores de políticas públicas pueden encontrar en el Perfil Migratorio de la República
Dominicana las informaciones suficientes para sus formulaciones, pero también
para rectificar, corregir, avanzar. Los empresarios podemos comprender más y
mejor las implicaciones de las migraciones –tanto las emigraciones como las
inmigraciones- para el desarrollo económico y productivo, los aportes
económicos de los flujos migratorios, los retos sociales.
Incluso desde el punto de vista de la
evolución cultural tenemos en el Perfil “telas
por donde cortar”, al presentar las tendencias históricas, el stock de
emigrantes y los principales lugares hacia los cuales se dirigen, así como el
stock de inmigrantes y los principales países de origen, llevando y trayendo
usos, costumbres y también aportes en términos de conocimientos. La emigración,
la inmigración, la migración interna, son retratadas con un detalle que nadie
debe perderse.
Junto a esos retos hay otros retos para el
sector empresarial muy importantes. La investigación dedica una sección a las repercusiones
de la migración y aborda aspectos como migración y desarrollo económico,
incluyendo estructuras productivas, remesas; migración y mercado laboral;
migración y salud; migración, medio ambiente y cambio climático.
Creemos que es este un muy importante
esfuerzo. Se trata de implicaciones que esta dinámica del Siglo XXI, tan bien
descripta en el Perfil Migratorio,
tiene en estos temas y en otros cuyo tratamiento o no es tocado o deberá ser
profundizado como son la educación, la seguridad, el desarrollo comunitario, la
gobernabilidad política, entre otros.
No somos expertos en el tema migratorio y
sus implicaciones. Queremos, sin embargo, externar algunas preocupaciones. El informe señala que la población
inmigrante contribuye positivamente al bono demográfico y afirma que
especialmente la de nacionalidad haitiana, ya que la mayor parte se concentra
en los grupos en edad de trabajar y contribuye a aumentar el volumen de fuerza
laboral en el país. Esta perspectiva obvia la calidad de dicha fuerza laboral,
así como también obvia las tasas de desempleo existentes en el país y el
crecimiento del empleo informal, lo cual contribuye a ser una carga para el
Estado y una limitación para la inversión social –a la vez que urge la misma
por el incremento poblacional y las condiciones socio económicas de muchas
comunidades-. No se trata solo de si somos más o somos menos, se trata de si la
dinámica demográfica que implica la inmigración contribuye a un desarrollo
económico de calidad y a cuál costo.
Claro que hay heterogeneidad en este
aspecto. Por ejemplo, como bien lo señala el estudio, el sector servicio podría
estarse beneficiando de una migración de mayor calificación procedente de
Puerto Rico –por razones económicas- y de Venezuela -por razones políticas-, así como un segmento
muy reducido de la inmigración haitiana. El tema, por lo tanto, es complejo.
Los datos aportados ayudan, pero se requieren nuevos análisis y definiciones que
van más allá de la migración como tal y que toca el elemento de las políticas
productivas predominantes.
Lo mismo pasa con temas como la seguridad
social. En otros países ha colapsado por causas diversas, la sostenibilidad del
modelo tiene que valorar el peso de variables como la migración e incluso como
el envejecimiento poblacional.
También es una preocupación nuestra que
los logros señalados puedan detenerse por dinámicas políticas internas. En ese
sentido, queremos manifestar al Gobierno nuestro respaldo y, a la vez,
nuestra solicitud de que no detenga la profundización de dichos logros,
respetando la migración legal, reivindicando con fuerza el derecho que nos
compete como Estado a trazar nuestras propias políticas migratorias e
implementarlas, fomentando los derechos legítimos de los migrantes.
Indudablemente el Perfil Migratorio reconoce el papel de la migración en el
desarrollo de la nación (tanto de la emigración -dominicanos-, como de la
inmigración -múltiples-) y lo complejo del tema. Un autor dijo alguna vez que
“el mundo es una aldea”, y eso se ha hecho realidad no sólo por el desarrollo
vertiginoso de la tecnología, sino por la capacidad de las poblaciones humanas
de movilizarse. Si el mundo es una aldea, República Dominicana es un pequeño
rincón, hagamos posible que ese pequeño rincón sea habitable tanto para los que
estamos, como para los que tienen que partir, y para aquellos que consideran
que pueden ser parte nuestra.
Muchas gracias.
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