Continuidad y compromiso
Palabras de Campos De Moya, en la presentación como nuevo presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), 2015-2016.
En una ocasión similar, Ligia Bonetti, quien me antecede en la presidencia de la Asociación de Industrias de la República Dominicana concluía sus palabras expresando su deseo para el ejercicio de la responsabilidad para la que, al igual que yo, fue elegida. Cito: “Es mi deseo, que haya concierto de voluntades entre nosotros los industriales, que haya confianza, que haya comunidad de opiniones en torno a los temas fundamentales y a los intereses, que en medio de la diversidad sepamos que somos un solo sector, el sector industrial”.
Hoy, cuatro años después, estoy más que seguro que Ligia Bonetti
puede retirarse satisfecha pues su deseo se ha visto cumplido más que satisfactoriamente.
El sector industrial dominicano se ha acercado, incluyendo a las industrias de
las zonas francas, estableciendo cual “concierto de voluntades” no sólo metas
comunes, sino hasta un discurso común que nos identifica y que, siendo diversos
nos da unidad.
La AIRD ha enarbolado las banderas de todas las industrias: micro,
pequeñas, medianas y grandes; de los más diversos sectores; se ha esforzado en
impulsar y desarrollar encadenamientos productivos. Como industriales, jamás
nos hemos descartado como interlocutores válidos de las instancias
gubernamentales, diálogo a veces difícil, pero siempre necesario si queremos
una nación próspera y que hoy vemos con mucha esperanza.
Es por este trabajo extraordinario que mis palabras, en nombre de la directiva entrante, son de gratitud hacia
la directiva saliente. Gracias por haber conducido nuestra institución de
un modo proactivo, formulando propuestas, no rehuyendo las confrontaciones
cuando fueron inevitables, pero siempre abiertos al diálogo constructivo.
Gracias por la consolidación institucional y por mostrar que para la AIRD el
bienestar de la nación dominicana a mediano y largo plazo es innegociable.
Gracias también a quienes trabajaron junto a Ligia Bonetti y la
Directiva saliente, especialmente a nuestra Vicepresidente Ejecutiva, Circe
Almánzar y el equipo de apoyo de la AIRD, el cual cotidianamente implementa las
líneas trazadas desde la Directiva y la Asamblea, con mucha dedicación y
sentido de pertenencia e identidad. Esperamos seguir contando con todos ustedes
en esta nueva etapa que iniciamos.
Compromiso y continuidad
Quiero expresar que dos palabras marcarán nuestra gestión:
continuidad y compromiso.
Las columnas levantadas requieren que continuemos construyendo,
edificando nuevos pisos para el sector industrial de modo que la competitividad
y la cultura de exportación que tanto hemos proclamado y por las que hemos
trabajado tanto, sean cada vez más una realidad a la que todos aportemos y de
la que todos nos beneficiemos.
Amigos de la directiva entrante, esto requiere que, a diferencia
de la cultura política dominante en nuestro país, en la AIRD nos sigamos
esforzando por dar continuidad a los procesos iniciados, que sigamos levantando
las banderas más preciadas de nuestro sector, tanto aquellas que ya son logros
como aquellas que nos están costando trabajo. Puedo mencionar entre las
banderas que todavía no acaban de ser elevadas el tema eléctrico y el tema de
mecanismos de financiamiento adecuados para la producción industrial, así como la
facilitación para las exportaciones.
Es también compromiso.
Quienes asumen ser parte de esta directiva han de saber que no se
trata de un “paseo” ni mucho menos. Nos esperan muchas horas de sacrificio, de
reuniones, de elaboración de posiciones y propuestas, de establecer posiciones,
de escuchar expertos, de búsqueda de diálogo con los más diversos sectores y
con las más diversas instancias públicas. Estamos obligados a hacer crecer
nuestro amor por la industria, no sólo por la propia o la que representamos,
sino toda la industria.
A lo mejor también nos esperan ingratitudes, pero no sólo
defendemos intereses sino que estamos convencidos de que un sector industrial
fuerte es garantía de bienestar para cientos de miles de dominicanos.
Es compromiso con las jóvenes generaciones que merecen que nuestro
sector y nuestro país apunten al desarrollo sostenible como norte. Debemos
establecer con claridad que el sector industrial quiere ser un legado que se
renueva permanente, un legado del que todos pueden beneficiarse.
Es compromiso con expandir nuestras fronteras, conquistar nuevos
mercados o cuotas, a pesar de las dificultades que puedan presentarse.
Finalmente, permítanme indicar que será clave para seguir
cosechando éxitos que trabajemos en equipo. Somos diversos, pero podemos y
debemos trabajar actuando en la misma dirección. No hay espacio para héroes
solitarios, hombres o mujeres orquestas.
Amigos, la industria es el pasaporte hacia un futuro de
prosperidad para los dominicanos. La AIRD seguirá trabajando porque ese futuro
pertenece a los que nos preparamos para él en el día de hoy.
Muchas gracias.
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