lunes, 11 de marzo de 2013

EMFAMILIA / Para minimizar riesgos

El desafío de sobrevivir en la próxima generación

De acuerdo con los datos que surgen de diversos estudios publicados, existen más de 800.0000 empresas familiares en la Argentina, pero su supervivencia en el transcurrir de las generaciones es incierta. En este informe Domingo Luciano Lombardi trata, desde Argentina, de cómo detectar factores de riesgo y propiciar la continuidad. Sus recomendaciones son válidas para las empresas familiares en República Dominicana.

Es sabido que la contribución en la economía doméstica de esta categoría de empresas es muy significativa, ya que representan alrededor del 75 por ciento de las unidades económicas, aportan el 70 por ciento de los puestos de trabajo en la actividad privada y controlan aproximadamente el 80 por ciento de la comercialización de productos y servicios.

En la actualidad, y a pesar de los datos mencionados anteriormente, las estadísticas de las empresas familiares argentinas no son alentadoras en cuanto a su supervivencia, pues en este entorno cambiante y debido en parte a la demanda del mercado global, el 75 por ciento no sobrevive a la segunda generación y el 90% de ellas desaparece en la tercera.

El concepto de empresa familiar suele asociarse con el de pequeñas firmas, y se debe a que en efecto, la mayoría de las empresas familiares son PyMEs. Sin embargo muchas de ellas superan las dimensiones que caracterizan a las PyMEs.

El error más grave que se puede cometer en una empresa familiar es pensar que se debe gestionar de igual manera que una no familiar.

Este tipo de empresas tienen características muy específicas que se deben cuidar y también aprovechar, pues debidamente administradas se convierten en grandes ventajas competitivas.

Muchos analistas y expertos señalan que existen como mínimo cinco aspectos fundamentales para minimizar los principales riesgos que enfrentan las empresas familiares, y los desafíos que se deben afrontar para asegurar la continuidad y desarrollo de este tipo de organizaciones.

Propiciar el compromiso: educar a la familia de un empresario acerca del negocio permite alinear el interés y compromiso de toda la familia con la del líder. Una familia unida y comprometida aporta al crecimiento de la empresa aún hasta en los casos en que no se es parte de su gestión diaria. El compromiso es la mayor ventaja competitiva de estos negocios, por lo que se debe cultivar y fomentar a todo nivel, educando e involucrando a la familia.

Definir un sistema de toma de decisiones: es necesario entender que las decisiones empresariales no se deben tomar de igual manera que las decisiones familiares. La familia debe definir un sistema efectivo que les permita ser ejecutivos aún cuando miembros claves de la familia tuvieran que ausentarse, sea por viaje, enfermedad u otras razones. La flexibilidad de las empresas familiares es otra de sus ventajas competitivas. Establecer un sistema de toma de decisiones efectivo reduce la posibilidad de conflictos y significa dar el primer paso hacia una sucesión exitosa.

Estructurar el sistema de gobierno: uno de los problemas más grandes de las empresas familiares suele ser la falta de una estructura formal que defina responsabilidades y líneas de mando. Esta carencia genera incertidumbre entre los colaboradores y a la vez puede desembocar en conflictos familiares cuando el espacio de autoridad y responsabilidad se percibe como invadido. Definir un organigrama, roles y responsabilidades debe ser una prioridad en las empresas familiares. La confianza que se da entre los miembros de la familia debe aprovecharse como base para concentrarse en los objetivos y propulsar el crecimiento.

Planificar la sucesión: la principal razón de cierre de las empresas familiares es la falta de planificación sobre quién asumirá el control una vez que el líder se retire o fallezca. Cuando la empresa y familia no se preparan, se enfrentan a situaciones tales como la falta de conocimiento de la empresa, el rechazo de los colaboradores para con el nuevo líder, la falta de capacidad empresarial del sucesor y el conflicto de intereses. La sucesión debe planificarse; es necesario elegir al sucesor años antes de que se inicie el proceso y preparar, tanto al sujeto como a la empresa, para el cambio de liderazgo.

Prever al máximo: un aspecto crítico es plantear las soluciones de los problemas antes de que éstos se presenten. Las empresas familiares enfrentan situaciones particulares que se conocen de antemano y por ende pueden preverse. Esta prevención busca y permite mantener la armonía familiar aún en los casos en que las decisiones profesionales atenten contra ella. La planificación estratégica familiar es el paso anterior a la creación de un protocolo familiar el cual prevé estas situaciones complejas, plantea sus soluciones a priori y permite concentrar los esfuerzos y energías en el desarrollo del negocio.

Es importante entonces examinar la empresa, y analizar en qué medida los aspectos antes mencionados pueden afectar su supervivencia  y el equilibrio entre el patrimonio, la propiedad y la familia. Un buen punto de partida, puede consistir en utilizar algún modelo de Cuestionario de Autodiagnóstico para la empresa familiar y su fundador, y obtener así las primeras conclusiones para comenzar a propiciar las mejoras.

Para alentar a que realice  esta tarea, lo invitamos a descargar un modelo de Cuestionario de Autodiagnóstico a través del siguiente enlace

*Luciano Lombardi representa a la firma Lombardi y Asociados, una firma que presta asesoramiento a través de sus auditores y consultores, combinando experiencia y atención personalizada. Más información en www.lombardiyasoc.com.ar

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