martes, 18 de agosto de 2015

De Prensa / Igualdad de género en las empresas

PNUD aboga por nuevo pacto entre Estado, mercado y sociedad
Crespo señala necesidad agenda de la igualdad 
entre hombres y mujeres pase de los márgenes al centro.
                     
Palabras de Raissa Crespo, Oficial de Género del PNUD  
Foro "Empresas e Igualdad de Género: Inclusión, Competitividad y Desarrollo Sostenible
18 de agosto de 2015, Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD)

En las últimas décadas el mundo ha sido testigo de importantes cambios sociodemográficos, ambientales y económicos que han planteado nuevos retos para lograr un desarrollo amplio y equitativo basado firmemente en el paradigma del desarrollo humano. Este año en el que se finaliza el período designado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con la nueva agenda global y unos nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible que guiarán nuestras acciones de desarrollo, enfrentamos una nueva década marcada por el entendimiento de que los problemas trascienden fronteras y los seres humanos enfrentamos los mismos desafíos globales.  Es por esto que se requiere un cambio en todos los países, cada uno con su propio enfoque, pero todos con un sentido global del bien común, lo que nos invita a pensar en términos de responsabilidades compartidas para un futuro compartido.

En el contexto de transformación de las estructuras productivas, el mundo del trabajo y el sector privado constituyen una dimensión central para afianzar los avances logrados en la región y reducir dichas vulnerabilidades. Sin embargo se observa que el empleo disponible privilegia mayoritariamente a los hombres, desaprovecha el logro educativo de las mujeres y no consigue eliminar la sobrecarga en las labores domésticas de las mujeres,  a quienes en adición se les adjudica el cuidado de los demás miembros de la familia.

Según las proyecciones demográficas de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) las mujeres representan el 50,9% en la región, lo que equivale a más de 300 millones de personas, sin embargo se insiste en tratarlas como un grupo minoritario o vulnerable. Muchas de ellas tienen condiciones de vida y de trabajo precarias y enfrentan situaciones de persistente discriminación. A pesar que en las últimas décadas la tendencia mundial ha sido el aumento de la  tasa de mujeres en las universidades y un incremento en la fuerza laboral, estas variables no se compensan equitativamente.  

Por ejemplo en la República Dominicana a pesar de constituir el 60% de quienes estudian en las universidades y el 80% de quienes se gradúan con honores en las mismas, la tasa de  desempleo de las mujeres es de 23.1%  comparada con 9.7% para los hombres; y las mujeres con las mismas capacidades profesionales que los hombres ganan un 20% menos. Asimismo, más de la mitad de las mujeres ocupadas, en la economía dominicana, están en el sector informal, donde los salarios son los más bajos del mercado laboral y donde no pueden acceder a empleos de calidad, con protección social e ingresos dignos.

Por otra parte, el aumento de las tasas de empleo de mujeres tampoco se refleja en las tasas de participación femenina en las posiciones directivas, reduciéndose la proporción de mujeres en las empresas a medida que se asciende en los niveles jerárquicos y en la conformación de los directorios y juntas y comités ejecutivos, realidad que se manifiesta en el mundo entero. Recientemente, un estudio efectuado por el instituto de investigación de Credit Suisse en más de 3000 compañías de 40 países del mundo concluye que “directivas donde participan mujeres tienden a limitar el riesgo y en promedio a tener menos deuda, lo cual parece ser uno de los motivos por los que estas compañías han tenido mejores resultados en los últimos seis años”. Estilos particulares de liderazgo atribuidos a las mujeres, como el depositar expectativas, otorgar reconocimiento y tomar decisiones de forma participativa, se asocian con un aumento de la efectividad. El informe del Foro Económico Mundial del 2013 establece que “los países y las empresas pueden ser competitivos únicamente si desarrollan, atraen y retienen los mejores talentos, masculinos y femeninos”.

Como vemos las actuales demandas sociales giran en torno a nuevas dimensiones que buscan el reconocimiento y la ampliación de derechos, así como políticas activas para mejorar la calidad de vida de las personas y combatir las desigualdades, exclusiones y discriminaciones.  Demandas que, como hemos podido comprobar no se resuelven exclusivamente con el crecimiento económico, y cada vez es más evidente la necesidad de un nuevo pacto entre Estado, mercado y sociedad, propicio para que la agenda de la igualdad entre hombres y mujeres pase de los márgenes al centro. Es por ello que el PNUD se ha comprometido de lleno en apoyar y ser un aliado importante de los gobiernos y las empresas en la creación de marcos normativos adecuados para mejorar el acceso y las oportunidades de las mujeres, y promover la participación de las mujeres en los puestos de mayor responsabilidad y decisión a la par que los hombres.

En este contexto, hemos establecido hojas de ruta claras, herramientas y guías para acompañarles en garantizar la igualdad de género en el mundo del trabajo. Desde el 2009 el PNUD ha impulsado la creación de Programas de Certificación de Empresas por la Igualdad de Género, conocidos como Sellos de Igualdad, existente en 13 países de la región, y que reconoce a aquellas empresas comprometidas con el cumplimiento de los derechos humanos, el trabajo decente y la igualdad de género.

De igual modo, los Sellos de Igualdad se han consolidado como un espacio de intercambio y de cooperación Sur-Sur entre los Estados y las Empresas. El PNUD ha lanzado el Sistema Indica Igualdad, una Plataforma Regional para el Seguimiento de Brechas de Género, para el apoyo a todos los programas de los países. Tal ha sido el éxito de esta experiencia de América Latina y el Caribe,  que actualmente el PNUD está apoyando en la globalización del proceso iniciando  la transferencia con Egipto, Turquía y países de Asia-Pacífico.

Se han llevado a cabo reuniones presenciales entre gobiernos y especialistas para preparar los programas son 6 encuentros Regionales  en Panamá, Uruguay, México,  Chile y Colombia. Asimismo se han celebrado dos Foros Regionales. El Primer Foro de Empresas por la Igualdad de Género en 2012 en México con más de 200 participantes de 70 empresas, el Segundo Foro de Empresas por la Igualdad de Género en 2014 en Cartagena, Colombia. Y se está organizando el tercero en Brasil, en el primer semestre del 2016.

Hoy en República Dominicana, Igualando RD, es un hecho que apoyamos liderado por el Ministerio de la Mujer con el acompañamiento del Ministerio de Trabajo y el Consejo Nacional de Competitividad, a lo que se han sumado muchas otras instituciones del Estado y empresas en la conformación de una Norma país avalada por el INDOCAL como Modelo de Gestión de Igualdad de Género en las Empresas, la cual esperamos se oficialice en el próximo mes. Entre estas instituciones y organizaciones que apoyan la norma y la iniciativa cabe mencionar además del INDOCAL, al Ministerio de Industria y Comercio;  el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología; el Ministerio de Administración Pública; el Ministerio de Energía y Minas;  el Ministerio de Interior y Policía;  PROINDUSTRIA ; Proconsumidor; Fundación por los Derechos del Consumidor (FUNDECOM); Asociación de Industriales de Herrera; Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA); Banco BHD León; Industrias Nigua; ARGOS;  y por supuesto la Asociación de Industrias de la Republica Dominicana (AIRD) quienes tan amablemente nos sirven de anfitriones en esta mañana. Cabe recalcar que las empresas no están solas si deciden trabajar por la igualdad y la inclusión, el Gobierno junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estamos para apoyarles en este proceso de cambio.

Termino mis palabras con una frase del Secretario General del Sistema de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, “invertir en las mujeres es no solo lo correcto, es lo más inteligente. Estoy plenamente convencido de que, en las mujeres, el mundo tiene a su disposición la fuerza más influyente y desconocida para el desarrollo y la paz”. Este es el siglo de las mujeres: no realizaremos nuestro pleno potencial si seguimos dejando atrás a la mitad de la humanidad, lo que nos convoca a acabar con todas las formas de desigualdad y discriminación por motivos de género, así como con la violencia contra las mujeres y las niñas.

Muchas gracias por acompañarnos, feliz resto del día.





No hay comentarios:

Publicar un comentario