Palabras Campos De Moya, Presidente de la Asociación
de
Industrias de la República Dominicana, Inc. (AIRD),
durante el desayuno empresarial “Nuevos instrumentos financieros para impulsar
el desarrollo productivo”
Jueves 20 de
agosto de 2015, 8:00 a.m., Hotel Embajador
La Asociación
de Industrias de la República Dominicana (AIRD), ha enarbolado la bandera de la
industrialización y del incremento de las exportaciones como punta de lanza del
desarrollo sostenible de nuestra nación. Sin embargo, para que estas banderas
ondeen con fuerza y se sostengan, se requiere continuar definiendo y fomentando
políticas de desarrollo productivo o políticas industriales activas que pongan
especial énfasis en el impulso tecnológico, la innovación, investigación y desarrollo, en
los encadenamientos productivos, en las alianzas pública-privadas, en la
facilitación de comercio y logística, así como en todas las áreas que generen
mayor productividad.
Sin embargo,
corriendo como sangre que riega todo un sistema, toda política de desarrollo
productivo debe contar con un eje transversal, que no es otro que el
financiamiento. No cabe duda de que ningún país ha podido desarrollar sus
sectores productivos sin instrumentos de apoyo financieros de largo plazo,
fácil acceso y competitivos, pues el desarrollo no es la acción extraordinaria
de un gobierno y de sectores económicos en un momento dado, sino un esfuerzo
persistente, duradero, de décadas, de todos. No podemos estar al vaivén de las
olas del mar, so pena de naufragar, necesitamos que el financiamiento sea firme
para que también sea firme y sostenible el crecimiento del sector industrial.
La mayoría de
los países latinoamericanos que están apostando a su desarrollo industrial
cuentan con numerosos instrumentos e instituciones financieras innovadoras para
armar cadenas productivas, facilitar financiamiento entre proveedores y
usuarios de bienes, así como para compartir riesgos con entidades del gobierno con
el fin de promover sectores específicos. Asimismo, están promoviendo la creación
de fideicomisos para apoyar a las empresas exportadoras y facilitar recursos a
las entidades de microcrédito no bancarias. Es cada vez más importante el rol
que juegan instrumentos como el factoraje, el arrendamiento financiero, la
titularización de activos, la administración de fideicomisos y la provisión de
garantías, entre otros. Y, como instrumento privilegiado, el desarrollo de un
mercado de valores que incida en estos aspectos.
¿Por qué vinculamos necesidad de financiamiento y
sistema de seguridad social? La creación de un
sistema de seguridad Social en República Dominicana ha sido una de las
conquistas más sobresalientes de los últimos años. Responde a las legítimas
aspiraciones de los trabajadores y de la población con miras a garantizar una
mejor calidad de vida y de un retiro digno de nuestra vida laboral.
Pretendemos que el sistema cuente con los recursos
necesarios para satisfacer las demandas que la población ha expresado de una
cobertura amplia y confiable de seguridad social. Además, estamos convencidos
de que el sistema de pensiones de cuenta individual como lo hemos definido en
República Dominicana puede ser financiera y fiscalmente sostenible, pues aporta
un mayor nivel de transparencia para quienes tenemos nuestros ahorros en él, se
goza de libertad de elección y puede impulsar el desarrollo de rendimientos
atractivos y programas de alto impacto económico y social.
Puede afirmarse que si nos lo proponemos los ahorros
acumulados en el sistema de pensiones en República Dominicana constituyen la
más sólida plataforma para nuestro futuro. Ahora bien, se requiere impulsar un
marco adecuado para que dichos ahorros sirvan, en primer lugar, para generar
mayores dividendos para sus dueños y, en segundo, lugar, contribuyan a la estabilidad
macroeconómica mediante el financiamiento de actividades productivas que fortalezcan
el rendimiento favorable a las cuentas individuales.
En la AIRD consideramos que el norte de los ahorros
de pensiones debe ser el de asegurar una mayor diversificación en sus
inversiones, con miras a disminuir la concentración de riegos y permitir un
mayor acceso de las empresas productivas a dichos fondos, como manda la Ley
87-01 de seguridad social, contribuyendo así a una mayor generación de empleos
formales.
Actualmente el país cuenta con alrededor de 310 mil
millones de pesos en ahorros provenientes de fondos de pensiones, pero
lamentablemente el acceso a dichos fondos por parte de las empresas privadas ha
sido muy limitado y el proceso para destinar dichos fondos a actividades
productivas es sumamente tortuoso, debido por una parte, a la falta de una
política clara de inversión de los mismos y a los numerosos requerimientos
impuestos por la Comisión Clasificadora de Riesgos. Y es que, señoras y
señores, apenas un 2.3% del total de los ahorros en pensiones se encuentra
colocado en empresas privadas y la mayoría de ellos se encuentran colocados en
títulos de deuda pública, lo que a nuestro entender resulta totalmente
contraproducente con los objetivos del Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Se habla mucho de “círculos virtuosos”. Hoy
proponemos un círculo virtuoso que asegure que los ahorros de los fondos de
pensiones se focalicen hacia el financiamiento a mediano y largo plazo de
actividades productivas y exportaciones.
Un espacio para organizar este círculo virtuoso es
el de mercados de valores en el país. Sin embargo, como ya indicamos en una
ocasión anterior, el mercado de valores nacional adolece de muy poca profundidad,
y las opciones de inversión de estos fondos son actualmente muy limitadas,
constituyendo incluso un riesgo para su crecimiento y sostenibilidad.
Las
inversiones de los Fondos de Pensiones del país ameritan de mayor
diversificación, no sólo en República Dominicana, sino en el exterior, en monedas
duras, en viviendas, infraestructura, acciones de sociedades anónimas, bonos de
empresas privadas, industrias, comercio exportador, entre otros. Esta mayor
diversificación producirá un natural impulso hacia la economía, hacia el
desarrollo de mercado de capitales y a la inversión.
Bajo estas premisas, la AIRD se propuso celebrar
este encuentro en la mañana de hoy, seguros de que de las presentaciones de los
expertos internacionales y nacionales, a los que agradecemos el honor de
acompañarnos, pueden surgir propuestas que contribuirían a poner plenamente en
funcionamiento el engranaje del financiamiento a actividades productivas, con
miras a completar y poner en vigencia el círculo virtuoso del sistema de pensiones
de cuentas individuales en República Dominicana.
Estamos conscientes que no existe un “modelo único”
para facilitar la participación del ahorro previsional en las
inversiones productivas que requiere el país para su desarrollo, ni existe un modelo perfecto. El reto que
tenemos por delante es encontrar una combinación adecuada acorde al contexto institucional y económico del país.
Nuestros ahorros en los fondos de pensiones merecen
cada vez mejores dividendos y nosotros merecemos que este sacrificio individual
que hacemos para nuestro futuro retiro contribuya a un mejor entorno económico
y de bienestar social y a un desarrollo
sostenible de nuestro país.
Muchas gracias.
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