miércoles, 25 de abril de 2018

AIRD: Balance de la industrialización en RD


 Palabras del presidente de la AIRD, Campos de Moya Fernández, en el Lanzamiento del Tercer Congreso Industrial. Posiciones distintas, proceso de diálogo público y privado. A esperar los resultados para saber si hay posibilidades de esperanza de una política industrial proactiva en República Dominicana.
Martes 24 de Abril, 2018.

Muy buenos días,

Hace seis años, el 18 de abril del 2012, presentamos las conclusiones del Segundo Congreso de la Industria Dominicana: un conjunto de estrategias y acciones que debían impulsar al sector industrial dominicano hacia una mayor competitividad y convertirnos en un pilar fundamental del desarrollo económico y social de la nación. El eslogan entonces fue: Hacia una Nueva Era del Sector Industrial.

En aquella ocasión, como ahora, la industria local y las zonas francas industriales actuamos bajo un mismo enfoque, entendiendo que el país está llamado a formar y fortalecer un único gran sector exportador dominicano. Un sector que actúa bajo la visión de la Estrategia Nacional de Desarrollo que plantea que podemos ser un país próspero, donde se vive con dignidad, seguridad y paz.

Para esto, la industria habría de tornarse en un dinamizador de la economía. Hoy tenemos que decir que hemos avanzado, pero muy poco con relación a las metas trazadas y con relación a lo alcanzado por nuestros competidores. A nivel general hemos alcanzado un 51% de avance. Puede decirse que nos hemos quedado a medio camino.

Es una pena que después de seis años sigamos con los mismos temas y muy pocos se hayan concluido. 

En cuanto a Política Comercial, Exportaciones y Producción Sostenible, sólo avanzamos hasta un 48% en las acciones propuestas, en este renglón contemplamos temas como la posibilidad de un Fondo de Promoción de las Exportaciones, desarrollo de planes de negocios de exportaciones, agilización del Registro Sanitario, involucramiento del Cuerpo Diplomático, entre otros.

En Financiamiento para el Desarrollo alcanzamos un 66%. La razón de este pobre comportamiento es que hemos avanzado en definir nuevos mecanismos, pero falta mucho a su implementación y su efectividad.

Vimos como básico en una política industrial el fomento de encadenamientos productivos entre sectores.  El balance nos permite afirmar que hemos avanzado en un 69%. Las metas anheladas no se lograron cumplir, en muchos casos por las trabas administrativas que impiden un encadenamiento efectivo entre sectores productivos, de hecho, en algunos casos se han incrementado estos obstáculos. La actitud de las empresas de zonas francas y de la industria local de involucrarse es positiva, siendo una muestra los match makings, celebrando cientos de reuniones entre actores.

La política de compras gubernamentales debe variar, como indicamos en el Día de la Industria. Se han hecho esfuerzos para involucrar a las PYMES, pero al parecer para algunas instituciones no se visualizan las compras como parte de un proceso de fortalecimiento de la industria nacional, con una visión integral de lo que es una política industrial.

En cuanto a Infraestructura, alcanzamos un 58% de nivel de avance. Hemos avanzado. Falta concluir la circunvalación de Santo Domingo, reducir peajes para aprovechar estas infraestructuras como elemento de competitividad y, sobre todo, concluir de una vez por todas el Pacto Eléctrico para resolver uno de los mayores escollos arrastrado por año que es el suministro eficiente de energía eléctrica.

Un eje formulado fue el de Fomento del Empleo Formal, en el cual avanzamos en un 50%. Gracias al 2do. Congreso Industrial, el Presidente Medina convocó el Diálogo para la Reforma del Código Laboral, pero este proceso no ha concluido, lo cual permitiría a las empresas la posibilidad de crear más empleos y una menor carga en costos laborales.

Es importante resaltar el apoyo dado por el Gobierno a la formalización de las PYMES.

En Capital Humano, Investigación, Desarrollo e Innovación, mostramos un pobre 31% de avance. Es un área en la que necesitamos, con urgencia, la definición de políticas que permitan impulsar la innovación.

Finalmente, en Apoyo Institucional alcanzamos un avance de 63%. Se aprobó la nueva Ley del MICM, pero siguen persistiendo problemas de duplicidad y solapamiento en instituciones del Estado que sirven de apoyo al sector industrial.

La Mesa Presidencial de Seguimiento a la Política Industrial recibió un empuje inicial significativo, pero a la fecha tiene cuatro años que no se reúne.

Las metas son amplias, pero el avance ha sido insuficiente y se han profundizado temas críticos para el país, tales como un crecimiento pírrico del empleo en el sector industrial, profundización del déficit comercial, insuficiente participación de nuestras exportaciones en las exportaciones mundiales, caída de la participación del sector en el PIB, problemas en el sector eléctrico con un Pacto que no acaba de firmarse y mucho menos de respetar su posible implementación, un Índice Global de Competitividad por debajo de la meta propuesta en la Estrategia Nacional de Desarrollo, entre otros aspectos.

Las exportaciones con respecto al PIB en el período han ido perdiendo participación y hemos quedado lejos del promedio en Latinoamérica.

La falta de implementar a cabalidad las acciones propuestas nos amenaza con hacer tambalear lo poco logrado. Hay que revertir la tendencia, hay que aferrarnos al cambio.

Hoy nos abocamos al proceso del 3er Congreso Industrial, seguros de que están dadas las condiciones para que el sector privado y el sector público, aunando esfuerzos, puedan desarrollar un proceso de discusión y elaboración de propuestas que conduzcan al país hacia una nueva era de industrialización bajo las consignas de “Productividad, Inclusión, Sostenibilidad”.

Esperamos aportar para la definición de políticas de desarrollo productivo que tomen en cuenta que estamos llamados a planificar nuestro desarrollo productivo con inversiones que nos permitan implementar cambios estructurales en nuestra economía. 

Como señalamos al celebrar el Día de la Industria Nacional, la política industrial a la que aspiramos ha de tomar en cuenta que lo que producimos aquí genera empleos aquí, impuestos aquí, mueve la economía, ahorra divisas, haciendo posible que la política comercial conduzca a reducir nuestros tradicionales déficits comerciales. 

Se trata de una política que fomente instrumentos financieros de desarrollo productivo a largo plazo, de apoyo financiero a la tecnología, la innovación, la maquinaria industrial.

Hemos sido exitosos en atraer inversión extranjera –como ya explicamos anteriormente-, pero una política industrial ha de enfocarse en el carácter estratégico de dicha inversión para lo cual es importante adoptar políticas administrativas, fiscales y formativas locales orientadas a que las empresas nacionales puedan suplir eficientemente y con mayores estándares de calidad a las empresas extranjeras. 

Una política industrial en que se tome en cuenta el desarrollo productivo en todas las decisiones del Estado, sobre todo en las compras gubernamentales. 

Estas son algunas de las cosas que discutiremos en este proceso que es el Tercer Congreso Industrial, en el cual ocho instituciones participan de la coordinación: Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), Ministerio de Industria y Comercio y MIPyMES, Ministerio de la Presidencia, ProIndustria, Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, CEI-RD y Consejo Nacional de Competitividad. 

Además, contamos con la riqueza de la participación de todas nuestras asociaciones afiliadas, así como de líderes industriales, técnicos, industrias de diversos sectores, en un proceso rico que se extenderá hasta el mes de septiembre y que pondrá en manos de los hacedores de políticas públicas y en manos del sector industrial propuesta que han de llevarnos hacia una nueva era de industrialización bajo el lema de PRODUCTIVIDAD, INCLUSIÓN, SOSTENIBILIDAD.

Muchas gracias.


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