martes, 12 de agosto de 2014

De Prensa / Ante los retos, rapidez

AIRD: Se impone responder con rapidez

Palabras de Ligia Bonetti, Presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), en desayuno temático con Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta
12 de Agosto, 2014
 (Saludos).
 Estimados todos,

Parodiando a Benjamín Franklin hoy podemos decir que “o caminamos juntos hacia el bienestar económico y social o nunca lo encontraremos”[1]. Es la lógica desde la cual la Asociación de Industrias de la República Dominicana, a lo largo de los años, ha buscado trabajar en conjunto con otros sectores productivos y con el Gobierno, en el entendido de que el entramado económico y social de nuestro país es un sistema en el cual la disfuncionalidad de uno de sus componentes nos afecta a todos.

Hace exactamente 6 meses, el 11 de febrero del 2014, el Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina, en el marco del Foro de Seguimiento al Congreso de la Industria Dominicana, pronunció unas palabras que han quedado arraigadas en el entorno del sector industrial. Bajo el impactante título “Debemos hablar de productividad de país”, no podremos olvidar algunas de las frases pronunciadas en su discurso, entre las cuales me permito citar algunas de las más relevantes:

No les quepa duda, este Gobierno tiene el compromiso firme de trabajar de la mano con la industria  nacional, en favor de la República Dominicana. Estamos en un momento con gran potencial económico y social y estoy seguro de que, cooperando, sabremos encontrar la forma de sacar el mayor provecho de esta  situación.

¿Qué vamos a hacer para que ese sector tan importante, quizás el que tiene más capacidad para generar empleos de calidad, mantenga esa tendencia y crezca con mucho más vigor?

Debemos sumar en ese objetivo los esfuerzos de sector privado, gobierno y sociedad, en un proyecto de largo plazo que nos permita construir un tejido empresarial competitivo,  una sólida clase media y un Estado moderno y eficiente.

Pensemos a lo grande, pensemos en planes de colaboración entre industria, trabajadores y universidades. Pensemos en cómo tener ciudadanos sanos, preparados y con valores. Pensemos en crear esos empleos más dignos y esa industria más productiva.

Seamos el ejemplo vivo, con nuestras familias y en nuestra vida pública, de que el camino hacia el progreso es el trabajo honrado, la superación y el respeto a la ley.”

Finalmente, en dicho escenario, el Presidente enfatizó la siguiente frase que nos inspiró confianza en el porvenir de nuestro sector:  “Estamos comprometidos, desde el Gobierno, a ser los mejores socios de la industria nacional. Porque con una industria en crecimiento y una administración pública cada vez más transparente y profesionalizada, lograremos, todas y cada una de nuestras metas como país, como empresa y como familia.”

Señoras y señores,

Según estudiosos en la materia, aun cuando la mayoría de las iniciativas y esfuerzos de las políticas públicas debieran tener como trasfondo dotar a una nación de las capacidades para producir más y elevar su productividad, lamentablemente este enfoque es cada vez más escaso en el discurso público de los países en vía de desarrollo y prácticamente se encuentra ausente como un eje articulador de políticas. Por ello, es para nosotros tan relevante la visión externada por el Presidente Medina en ese importante foro, la cual no solo debe traducirse en un diálogo permanente entre el sector público y el sector privado, sino además en acciones y programas que la hagan realidad en el menor tiempo posible.
Lamentablemente, por cada hora de trabajo de un latinoamericano, un estadounidense produce tres veces más, un español 2.4 veces y un turco 1.3 veces más.
Es un tema de conciencia, si logramos hacer nuestra y compartida la visión de que todo lo que hagamos en el sector público o en el privado tenga como objetivo una mayor productividad, podremos hacer de República Dominicana, no solo un país productivo, que genere más empleos formales y dignos, sino además lograr un verdadero desarrollo sostenible.
Debemos entender que si queremos contar con una base productiva que favorezca la equidad social estamos obligados a que esa base productiva sea competitiva, genere ingresos al país, se cambien las condiciones actuales de nuestra balanza comercial y se superen los déficits que arrastramos como son el déficit cuasi fiscal, el déficit fiscal y el déficit de cuenta corriente. Y eso, amigos, solo se logra  produciendo más, pero sobre todo exportando lo que producimos.

Hace unos meses afirmamos que somos una economía que crece con tantas paradojas que es probable que a la vuelta de un tiempo no muy largo nos encontremos con un desenlace que pocos desearíamos: una nación con poca viabilidad social y económica, dependiendo de flujos inestables de remesas, inversión y préstamos y no pudiendo solucionar sus más apremiantes y graves problemas.

Hemos dicho reiteradas veces que los industriales no tememos a los cambios. De hecho, el corazón de cualquier industria que busque ser competitiva es el cambio permanente, la búsqueda consistente de mayor eficiencia, mayor competitividad

Desde la firma del DR-CAFTA, en el año 2005, dimos la voz de alerta del impacto que traería dicho tratado sino tomábamos las acciones necesarias y cambiábamos nuestro modelo económico para hacer énfasis en los sectores transables de la economía.  Ya todo está dicho, ya todo está estudiado. Simplemente llegó la hora de poner manos a la obra!

Amigos y amigas:

A pocos días de asumir su gobierno, el Presidente cumplió su compromiso de crear la mesa de seguimiento y cumplimiento a las iniciativas acordadas en el 2do. Congreso de la Industria Dominicana. Llevamos casi dos años discutiendo y consensuando acciones con los diferentes ministerios y entidades gubernamentales. Hemos avanzado mucho en los acuerdos, pero nos falta poner en práctica los mismos de forma apresurada, porque, mientras debatimos y concertamos, nuestros competidores internacionales están ganando terreno y si no actuamos aceleradamente, cada vez más veremos nuestros comercios atestados de productos importados de otros países, que generan empleos y riquezas allá y no aquí.

Estamos viviendo una etapa vertiginosa que NO nos dará́ tregua. Por ello, debemos seguir trabajando para multiplicar las inmensas riquezas que poseemos.

Esta etapa vertiginosa debería imponernos también responder con rapidez a los planteamientos, tanto desde el sector privado como desde el Gobierno.

Es nuestro mensaje hoy, señor Ministro y amigo. El sector industrial, según nuestra Encuesta de Coyuntura, tiene cinco trimestres consecutivos manifestando un Índice de Confianza Industrial positivo. Mostró un ligero descenso en los últimos dos trimestres del presente año. No permitamos que caiga la confianza. Actuemos con rapidez en la dirección correcta y no sólo no caerá la confianza, sino que se incrementará el bienestar de la gente y la capacidad exportadora de nuestras empresas.

República Dominicana es un país lleno de oportunidades. Es posible un futuro de mayor bienestar a través de la construcción de un país industrializado, pujante y lleno de orgullo por lo que somos capaces de hacer, por nuestras realizaciones. Un país en el cual se minimice la pobreza, se genere una mayor igualdad de oportunidades, impere la ley y aumente la productividad nacional.

Estimados ministros y funcionarios que nos acompañan, amigos empresarios e industriales, sirva pues este escenario y estas breves palabras para renovar y hacer realidad el compromiso que asumió el Presidente Medina al iniciar el presente gobierno, de aumentar la productividad a través de un sector industrial más fuerte y competitivo “quizás –y yo me permito quitar el quizás- el que tiene más capacidad para generar empleos de calidad”.

Pues como dijo una vez Madre Teresa de Calcuta “Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”.




[1] . La cita de Benjamín Franklin: “O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos”.

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