martes, 15 de julio de 2014

Inspirando / Hacedores de milagros


Subrayando:
Lina García: Rompan esquemas…

Palabras pronunciadas por Lina García Almánzar, con motivo de la XII graduación ordinaria de la Universidad APEC, extensión Cibao / 11 de Julio, 2014

Dr. Radhamés Mejía, Rector de la Universidad APEC.
Prof. Carlos Sangiovanni, Vicerrector Académico.
Dra. Luz Inmaculada Madera, Vicerrectora de Investigación, Innovación y Relaciones Internacionales.
Dra. Dalma Cruz, Vicerrectora  de Graduados
Sra. Araminta Astwood, administradora general
Licda. Luz Bienvenida González, Directora UNAPEC de la Extensión Cibao.
Autoridades académicas y administrativas, y demás miembros de esta comunidad universitaria
Orgullosos Padres, amigos y familiares de los graduandos
Apreciados graduandos

MUY BUENOS DIAS:

Hoy es un día muy especial para este grupo de profesionales y me siento privilegiada de poder sumarme a su regocijo.

Agradezco la oportunidad que me brindan las autoridades de la Universidad APEC de compartir algunas ideas con ustedes.   Siempre disfruto el ambiente educativo, cargado de retos, donde cada día podemos descubrir lo nuevo, aprender, reaprender y como hoy, ver sueños cumplidos.

Al igual que ustedes hace ya 18 años recibía yo mi título universitario y hace 11 años terminé mi maestría en esta misma casa de estudios.  En ambos casos recuerdo el deseo que tiene uno de terminar rápido con este evento para poder celebrar junto a familiares y amigos este nuevo logro alcanzado. Por lo tanto,  al momento de preparar mis palabras pensé que estas deberían ser cortas,  y que las mismas le dejasen un mensaje positivo y motivador.

Ustedes están cerrando hoy una etapa de su vida y van a comenzar otra.  La llegada de este momento fue siempre un sueño. Creo que deben ahora forjarse un próximo sueño, en el cual obviamente tendrán muchos retos, y la primera idea  que quiero transmitirle es:   no tengan miedo.

En la vida hay que atreverse, peor es dejar de intentarlo por temor al fracaso.  Les cuento que cuando recibí la primera llamada en que me proponían ser presidenta de la Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN),  hace ya 6 años,  mi primera reacción “fue ayyy no, todavía no es tiempo”.  Pero cuando lo consulte con mi papa, su respuesta fue: “ Claro que sí!!   El tiempo te llego y tienes que aprovecharlo”. Decidí entonces asumir el reto, me costó prepararme, esforzarme pero,  como siempre dice mi papá “el que hace su tarea, pasa de curso”.   

Les animo pues,  a que no se rindan, que lo intenten y siempre den lo mejor de sí!!!
En estos tiempos los profesionales se distinguen unos de otros por esa capacidad de dar la milla extra, de hacer un poco más de lo que se les pide y de la efectividad en comunicar sus ideas. Rompan esquemas cuando tengan una idea para mejorar la forma de hacer las cosas.

No deben tener miedo al cambio,  pues es lo único constante en el trayecto de la vida. Lo más importante es que siempre tendrán la posibilidad, el privilegio, de decidir la dirección en la que quieren empujar esos cambios, esas transformaciones. Naturalmente, esto no significa que no se encontrarán con dificultades, tropiezos y fracasos.  Muchas veces tendrán la necesidad de empezar de nuevo,  pero la actitud con la que asuman las dificultades es lo que hará la diferencia entre tener a alguien paralizado por el miedo al cambio, amargado por dolorosas derrotas, por circunstancias que le pueden parecer injustas –y a lo mejor lo son- o  a alguien que mira con optimismo la vida, que valora lo que tiene y no lo que ha perdido o tenido que dejar atrás.   Es decir, alguien que sabe percibir una oportunidad donde otros tan solo ven una desventaja.

Ustedes llegan a la vida profesional en un momento muy interesante, pues tienen la oportunidad de involucrarse y ser parte importante, decisiva,  en las transformaciones que están ocurriendo en nuestra sociedad.

Es verdad que este país enfrenta muchas dificultades y desequilibrios que deben ser corregidos. Tenemos el caso de que una parte de nuestra población vive en la pobreza, nuestra balanza comercial o, dicho de otra manera, el resultado neto de nuestro intercambio comercial con otros países es negativo,  y  el 64.8  por ciento de la población  percibe un deterioro de la seguridad ciudadana; pero, hay signos muy positivos de que las cosas pueden mejorar.

Y es aquí, estimados graduandos, donde es necesaria su actitud positiva y proactiva.   Así como tenemos muchos pobres, tenemos también un Producto Interno Bruto que ha crecido un 5.8% en los últimos 10 años y, por tanto, la meta debe ser una mayor equidad y distribución de las riquezas. Alguien afirmo que “…la educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”. Entonces debemos confiar que el aumento sin precedentes de la inversión en educación nos augura que en el futuro tendremos una población mucho más educada, capaz de obtener mejores empleos y un mejor nivel de vida.  Todo lo cual  conduce a la reducción de la delincuencia vía la desaparición de ciudadanos marginados y sin un mínimo de ingresos necesarios para una vida decente.

Por otro lado, cerca del 65% de la matrícula universitaria está formada por mujeres, y de igual forma nuestra presencia en el mundo laboral y profesional va creciendo, por lo que en poco tiempo desaparecerá la diferencia de oportunidades reales de empleo entre hombres y mujeres.

Ustedes tienen muchas ventajas comparativas con las generaciones que le preceden. Nunca antes en la historia de la humanidad hubo tales niveles de comunicación ni tal cantidad de conocimientos al alcance de todos. Por eso,  les invito a incursionar  en la vida institucional con el objetivo de contribuir con este cambio de dirección tan necesario. Con gente joven incursionando en este ámbito, podemos abrigar la esperanza de un futuro mejor, y es algo que debemos animar.

Luchar por un sueño
En este tipo de ceremonia es muy frecuente escuchar a los oradores alentando a los graduandos a que luchen por realizar sus sueños. Yo también les animo, pero les digo que no se aferren a ellos como quien en alta mar no tiene más que una sola tabla de salvación. Nosotros cambiamos, los sueños cambian. Bien señalaba alguien hace unos años que si todos nosotros buscásemos realizar los sueños que teníamos de niños y niñas, el mundo estaría lleno de vaqueros y princesas. Manifiéstense dispuestos a reformular sus sueños, a cambiarlos si es necesario, pero siempre mantengan sus parámetros bien altos: no renuncien a la búsqueda de una mejor sociedad, del bienestar individual y colectivo, incluyan en su credo diario la solidaridad y la capacidad de comprometerse apasionadamente con causas que van más allá de las ganancias o del prestigio.   Les aseguro que sentirán la satisfacción de apostar a dejar un mundo, un pedacito de mundo, mejor que el que encontraron.

Para que esto sea posible es necesario sacudir las alfombras debajo de sus pies y de los pies de sus mayores.  Agradezcan a DIOS,  a sus mayores y a la universidad todo lo que le han aportado, con mucho respeto, pero también proclamen en alto que no son hombres y mujeres del pasado sino del presente y el porvenir, que el futuro les pertenece.   Tengan la certeza de que ustedes tienen poco tiempo para hacer lo que puedan hacer. Rompan esas leyes no escritas que dicen: eres joven, te falta experiencia; o eres mujer, eso no es para ti. Rompan todas las leyes no escritas que crean cadenas e impiden el avance del bienestar para ustedes, su familia y la sociedad.

También les digo, atrévanse a ser emprendedores, innovadores, reformadores, descubridores, capaces de lo nuevo, y de la búsqueda apasionada del bien común.

Muchas veces cometemos el error de vivir con los  ojos tan fijos en la meta que olvidamos disfrutar el camino.  Disfrutemos del camino, del día a día, de los logros intermedios, y también de los fracasos, de ellos aprendemos.  Quien por solo mirar la meta se olvida del camino, se pierde de maravillosas experiencias.  Gocen las experiencias de cada día.

Arturo Graf, escritor y poeta italiano, afirmó que una persona comienza a ser vieja cuando renuncia a seguir aprendiendo. Así lo creo. Intenten aprender constantemente, vean el aprendizaje como un viaje continuo, sin final.

Mi comentario final tiene que ver con el móvil de sus actuaciones. El motivo que escojan como profesionales, como parte de la sociedad, como entes familiares. Estoy convencida de que los conocimientos y las capacidades profesionales son herramientas necesarias para realizar los cambios que demanda el mundo, pero eso solo tendrá utilidad cuando estemos inspirados en la buena fe, en la confianza y el optimismo que nacen de una conciencia tranquila, de la osadía de decir “creo en los demás y mi conciencia está tranquila sobre mis actuaciones”.  El bien solo genera bien, así como las malas acciones producen malos resultados.  A veces hay que pagar un precio alto por caminar de modo correcto, pero debemos pagarlo con gusto, porque al final los resultados valen la pena, y dejaremos nuestras huellas. 

Yo creo en los milagros,  y creo que todos tenemos derecho a ellos. Estos milagros pueden venir caídos del cielo, pero lo más probable, lo seguro, es que yo y cada uno de nosotros tiene la capacidad de hacer pequeños milagros cotidianos, ordinarios, que marcarán la diferencia en la familia, en el trabajo,  en el entorno social en que les toca desenvolverse.  Conviértanse en hacedores de milagros, de pequeños milagros, y verán que los caminos se pueden abrir para conducirlos a una vida llena de confianza y optimismo.
Muchas Felicidades y que Dios los ilumine a encontrar el camino correcto hacia sus sueños y llenar sus vidas de felicidad y éxitos.


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