¿Industria diversificada o industria compleja?
12 de octubre de 2015
¿Qué
condiciones tienen que darse para que un país pueda diversificarse
industrialmente? Imaginemos un país que es eficiente para producir mesas
básicas de cocina. Para ello, nuestro país imaginario necesita ciertas
capacidades o recursos: bancos que financien el capital necesario, obreros con
ciertas aptitudes para manufacturarlas, empleados con capacidades
administrativas básicas, etcétera. ¿Qué pasaría si nuestro país quisiera
diversificarse? Si por ejemplo decidiera producir muebles de diseño el esfuerzo
no sería demasiado grande: ya tendría casi todas las capacidades necesarias
(carpinteros, pintores) y solo debería entrenar diseñadores. Ahora bien, si
quisiera diversificarse hacia la fabricación de partes de aviones, sería más
difícil: las aptitudes necesarias para fabricar mesas básicas difiere
sustancialmente de aquellas que requiere la industria aeronáutica.
Saber a ciencia
cierta cuáles son las capacidades o skills necesarios para
fabricar cada uno de los productos del mundo es una tarea ciclópea. Sin
embargo, podemos obtener una buena aproximación observando cuáles son los
bienes que suelen fabricarse en simultáneo. Si tomamos nuestro ejemplo de las
mesas y otros muebles, lo que vemos empíricamente es que en efecto la
probabilidad de que un país, por ejemplo, exporte sillas dado que exporta mesas
es muy alta, mientras que la probabilidad de que exporte material aeronáutico
dado que exporta mesas es muy baja. El motivo parece obvio dada la exageración
de nuestro ejemplo: la fabricación de mesas requiere evidentemente capacidades
similares a la fabricación de sillas mientras que la fabricación de aviones
precisa aptitudes muy diferentes. El razonamiento deja de ser tan evidente
cuando lo que se analiza es todo el universo de productos posibles.
Desde el Center
for International Development (CID) de la Universidad de Harvard, el economista
Ricardo Hausmann (junto a co-autores del MIT) sistematizó estas relaciones para
todos los bienes producidos mundialmente y de esta forma encontró
indirectamente una respuesta a nuestro interrogante inicial. No sabemos el
listado completo de inputsque se necesitan para fabricar cada
producto, pero analizando el "mapa de productos" si sabemos cuáles
requieren un set de inputs parecidos, y entonces cuál es el
tipo de diversificación industrial más razonable para cada país en función de
lo que ya produce.
El razonamiento
tiene un corolario aun más interesante: cada vez que una determinada economía
agrega una nueva capacidad (en nuestro caso, conocimientos de diseño) abre un abanico
de nuevos productos que potencialmente podría fabricar. Con nuevos
conocimientos de diseño nuestro país hipotético podría diversificarse hacia
mesas de mejor calidad pero los diseñadores industriales también podrían
utilizarse para fabricar textiles o partes de autos o bicicletas plegables. La
diversificación, entonces, lejos de avanzar linealmente lo hace de una manera
compleja en función de las capacidades que requiere la fabricación de cada
producto y con las que cuenta cada país.
Economías diversificadas
y economías complejas
Esta forma de
ver a la industria nos permite ir un poco más allá y clasificar a los países
según su complejidad industrial. ¿Que significa que un país sea industrialmente
complejo? En pocas palabras, países complejos son aquellos que producen bienes
complejos. Un bien complejo es aquel que está producido por países complejos.
Siguiendo esta definición recursiva, un producto será usualmente más complejo
si es producido por pocos países. Un país será más complejo cuantos más bienes
"exclusivos" produzca. Relacionando la complejidad con los skillsproductivos,
Japón produce una gama diversificada de productos (tiene ventaja comparativa
revelada en 50% de los productos existentes a 8 dígitos de clasificación) y la
mayoría de ellos requiere tantas capacidades que solo un grupo selecto de
países puede hacerlo. Por el contrario, Indonesia produce una gama de productos
igualmente diversificada pero los bienes que fabrica también son fabricados por
muchos otros países. Las capacidades necesarias para producirlos no es tan
exclusiva y por ende el país tiene un perfil industrial menos complejo.
En términos de
nuestro ejemplo, podríamos decir que juntar un set de capacidades para producir
mesas básicas es tan sencillo que la mayoría de los países del mundo las
tienen. Ahora bien, reunir las capacidades para fabricar mesas de diseño parece
algo más complicado y por eso son menos los países que son capaces de
fabricarlas. Si extremamos el argumento, producir partes de aviones requiere
aptitudes aun mas difíciles de encontrar y, por lo tanto, solo un puñado de
países pueden hacerlas. La evidencia que presenta Hausmann junto a Cesar
Hidalgo es que aquellos países que fabrican productos más complejos (y por
ende, que cuentan con capacidades más "exclusivas") son los que
terminan siendo más ricos. La diversificación industrial es importante, pero no
cualquier tipo de diversificación.
Hacia una
economía compleja
¿Cómo podemos
utilizar este enfoque para pensar en políticas industriales para nuestro país?
En términos de diversificación (proporción de bienes exportables en los que
Argentina tiene ventaja comparativa revelada), Argentina es superada por
aproximadamente 35% de la muestra. Cuando se utiliza el indicador de
complejidad económica elaborado por Hausmann et al. califica aun peor, siendo
superada por 42% de la muestra.
¿Por qué no
hemos podido complejizar nuestro perfil productivo? Típicamente Argentina ha
aplicado políticas industriales buscando agregar valor
"verticalmente", en términos de cadenas de valor: si somos buenos
haciendo trigo entonces lo razonable pareciera ser beneficiar a la industria
harinera (posiblemente perjudicando a la producción del bien primario) para
"agregar valor". Esta visión tiene cuando menos tres problemas
básicos. En primer lugar, busca maximizar un concepto de "valor" que
poco habla de la riqueza del país. ¿Quién dice que la harina de trigo es un
bien más complejo que el grano? Aunque pueda sonar sorprendente, los datos
indican que en realidad el grano de trigo es un bien más complejo que la harina
de trigo: son pocos los países que exportan trigo a granel y suelen ser menos
países y relativamente más ricos que los que exportan harina (USA, Canadá,
Francia, Australia, Alemania versus Turquía, Kazakstán, Pakistán, etc.), lo
cual sugiere que posiblemente el set de capacidades necesarias para hacer trigo
sea mayor que aquel para hacer harina. Los datos pueden parecer
contraintuitivos hasta que se piensa en las capacidades/industrias necesarias
para plantar trigo: agro-químicos, biotecnología, metal-mecánica, logística,
transporte de carga, capacidades administrativas, tecnología (agricultura de
precisión, por ejemplo).
En segundo
lugar, la visión de industrialización vertical no considera los costos de la
diversificación. Asumir que producir harina de trigo es el paso progresivo
natural (y por ende el menos costoso) luego de producir trigo es equivocado y
puede incluso ser perjudicial. Los mayores productores de chocolate de
exportación son países que no producen cacao y eso no es casual precisamente
porque las aptitudes para producir chocolate son diametralmente diferentes a
las necesarias para producir la materia prima, aun cuando ambos productos
parezcan cercanos en su cadena de valor. Dicho de otra manera: para un país productor
de cacao es mucho menos costoso diversificarse hacia otro cultivo primario que
hacia la producción de chocolate, tal como para un país productor de mesas es
mucho más fácil diversificarse hacia la fabricación de otros muebles que hacia
la producción de aviones o de soja. ¿Por qué pensar, entonces, que el salto
natural luego de producir cacao es fabricar chocolate sin tener en cuenta antes
cuales son los skills que necesita cada producto?
Finalmente, la
industrialización "vertical" ignora los efectos positivos derivados
de la diversificación. Volviendo a nuestro ejemplo inicial, agregar
"diseño" como capacidad al país que produce mesas básicas no solo le
permite saltar hacia la producción de muebles más complejos, sino que abre un
abanico de otros bienes que requieren capacidades similares. Un país que
incorpora la capacidad de diseño como skill adicional posiblemente también sea
eventualmente capaz de innovar en otros bienes industriales porque el diseño es
una capacidad valiosa utilizada por muchas industrias y muy diversas. Tal vez
los muebles de diseño en sí no sean un producto tan complejo pero tener buenos
diseñadores sirva para abrir las puertas a fabricar otros bienes industriales
mucho más exclusivos. Lo importante no son los muebles en sí, sino el nuevo
conocimiento que agregamos a la economía. Nuevamente, basar la estrategia en un
desarrollo productivo lineal puede ser no solo poco eficiente, sino equivocado.
Un ejemplo
ilustrativo de industrialización no-lineal es el que el propio Hausmann frecuentemente
menciona en sus clases: el caso de Finlandia. Un país nórdico con evidentes
ventajas comparativas en ciertos bienes primarios - madera, particularmente -
siguiendo un desarrollo lineal hubiera pasado de exportar madera básica a
agregarle algún proceso (por ejemplo, muebles o papel básico) y en una etapa
superior de desarrollo exportaría bienes manufacturados basados en productos
derivados de la madera con aun mayor valor agregado: papel premium, por
ejemplo. La historia muestra, en cambio, que mientras los finlandeses cortaban
madera sus hachas quedaron obsoletas y entonces comenzaron a fabricar máquinas
cortadoras. Los empresarios finlandeses notaron que existía una nueva capacidad
en la economía: diseñar máquinas. Y entonces usaron esta nueva capacidad para
fabricar otro tipo de bienes mecánicos. Esto les abrió las puertas para luego
fabricar otros bienes electrónicos. Actualmente tienen Nokia. En nuestro caso,
tal vez el paso conveniente luego de fabricar soja no sea procesarla y producir
harina sino producir bienes agro-químicos que tal vez nos abran las puertas a
generar otras industrias aun más complejas.
El arte de una
política industrial moderna es balancear todos estos componentes: buscar cuáles
son los productos cuyos requerimientos en términos de inputs no
difieren sustancialmente de los que ya se tiene (buscar las " low-hanging
fruits"), cuyo valor en términos de complejidad sea lo suficientemente
alto y que permita abrir la mayor cantidad de puertas a otras industrias. El
rol del Estado es identificar cuáles son las capacidades que faltan y que le
permitirían a la economía diversificarse hacia bienes de mayor complejidad e
incentivar su formación. La estructura industrial es mucho más compleja y menos
lineal que lo que una matriz insumo-producto puede mostrar y, en consecuencia,
una buena política industrial ya no debe pensarse únicamente en términos de
cadenas de valor sino en términos de capacidades. Porque las materias primas se
importan fácilmente, mientras que las aptitudes y el conocimiento se quedan en
casa.
28 de Mayo,
2018.
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