Entrevista a José
Luis (Pepín) Corripio Estrada:
DIEZ LECCIONES DE DON PEPÍN CORRIPIO
Esta entrevista a José Luis
(Pepín) Corripio Estrada fue difundida en la revista de la Asociación de
Industrias de la República Dominicana (HechoenRD). Soy de los que plantea que
estos capitanes de las empresas dominicanas son líderes de los cuales tenemos lecciones
que aprender como personas, como emprendedores y como país.
Por ejemplo, don Pepín plantea
que el grupo corporativo que representa “no siguió el librito” en el tema
industrial. Fue de la distribución a la fabricación. O plantea que quien
avasalla la competencia comete un error, o lo fundamental de los canales de
distribución si se desea consolidarse como exportador… En resumen, estas
lecciones son:
- Durante muchos años todavía, por más que se incremente la construcción de viviendas para personas de escasos recursos, tardará muchísimo tiempo en suplir el déficit con el que se cuenta. Po lo tanto, la construcción de viviendas económicas seguirá siendo una oportunidad.
- El fomento de las exportaciones de un país demuestra su desarrollo.
- En el tema de la calidad, el mercado local es más tolerante que el externo. República Dominicana debiera establecer controles de calidad para los productos que van a ser exportados, con tanto o más rigor que el que se necesita para el consumo local.
- Si el exportador dominicano no tiene los canales de distribución de sus productos en el extranjero no ha hecho nada. “Tiene que tener contacto con las grandes cadenas que venden ese producto, sobre todo en el mercado americano, y en los mercados más pequeños con los grandes consumidores, mayoristas del producto...Sin esto no es fácil penetrar sustancialmente, aun teniendo buen precio y calidad aceptable. Y es un factor que a veces se olvida cuando se quiere competir en el mercado de exportación”.
- Una fórmula distinta, de la distribución a la fabricación. “No fuimos industriales que fabricamos y empezamos a buscar clientela para vender. Fuimos distribuidores, importadores, comerciantes, que creamos un mercado para los productos que importábamos, y cuando teníamos un volumen que justificaba la fabricación local, pasamos a la fabricación”.
- Para ser competitivos en el mercado de la vivienda económica se requiere actuar como si se tratase de una fábrica. “Le dije a mi amigo Tato Bisonó que él no tenía una compañía constructora, sino una fábrica de casas, que son dos cosas distintas. Fabrica casas como si salieran de un taller, en serie, integrado. Entonces él tiene una fábrica de casas, que es diferente a un constructor que le contratan y hace uno, dos apartamentos, un pequeño reparto. Ser competitivo tiene que ser al estilo Tato Bisonó, que lo que tiene no es una constructora, aunque él diga que lo es, es una fábrica de casas económicas”.
- Es muy difícil en algún ámbito un corrido prolongado de bienestar creciente. “En el bienestar se crean las semillas del desajuste. La austeridad y la disciplina son difíciles de imponer en la abundancia. Entonces se producen los ciclos, no por ser imposible, sino porque el mismo bienestar genera una cantidad de desajustes y de necesidades innecesarias en la población, que hacen insostenible el progreso continuo”.
- El futuro depende de una sincronización de objetivos, de pensar qué le conviene al país antes o simultáneamente con lo que le conviene a uno, y pensar que a uno lo que le conviene es lo que le conviene al país.
- “Uno puede aprender de los errores que han cometido otros países, otras gentes, sin meter la pata uno mismo. Es una forma más cómoda de aprender”.
- “Aplastando al más débil ese espacio lo ocupará uno más fuerte. Es mejor mantenerse en armonía, no hay necesidad de atropellar, se revierte en contra del que atropella porque ese espacio no queda nunca libre”.
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