lunes, 15 de agosto de 2016

Líderes empresariales: Pepín Corripio

Subrayando:
Esta entrevista a José Luis (Pepín) Corripio Estrada fue difundida en la revista de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (HechoenRD). Soy de los que plantea que estos capitanes de las empresas dominicanas tienen lecciones de las cuales podemos aprender como personas, como emprendedores y como país.
Por ejemplo, don Pepín plantea que el grupo corporativo que representa “no siguió el librito” en el tema industrial. Fue de la distribución a la fabricación. O plantea que quien avasalla la competencia comete un error, o lo fundamental de los canales de distribución si se desea consolidarse como exportador… muchas lecciones, una lectura para un martes 16.

Entrevista a José Luis (Pepín) Corripio Estrada:
De la distribución a la industrialización
José Luis (Pepín) Corripio Estrada es forjador y Presidente de uno de los grupos económicos más sólidos de República Dominicana, el Grupo Corripio. Con una visión propia, Corripio Estrada tiene criterios claros sobre el camino del éxito, tanto en lo empresarial y laboral, como en lo humano y social. El Grupo Corripio integra empresas en casi todos los segmentos económicos: industriales, comerciales, financieros, culturales. En la industria es un ejemplo a seguir tanto para las presentes como para las futuras generaciones. En ese sentido, HechoenRD le entrevista para conocer su visión y pautas tomando como referencia la industria de la construcción.
Hechoenrd: Cómo ve la relación entre la producción de insumos para la construcción y la industria como tal. ¿Tenemos la capacidad para suplir la demanda o es una obligación recurrir a las importaciones?
PC: Creo que ha habido un auge en la producción y en el consumo. En algunos renglones hay exceso de capacidad de producción, lo cual debiera ser canalizado hacia la exportación, siempre y cuando se pueda producir a precios competitivos. En otros hay déficits, todavía.
Depende mucho de la situación económica general del país. La demanda crece según el circulante de dinero y la disponibilidad de sectores que tengan demanda para la construcción, que pueden ser sectores de bajos recursos, de clase media y construcciones más costosas como torres de apartamentos y residencias importantes, y finalmente la construcción para fines industriales y comerciales.
Diría que, durante muchos años todavía, por más que se incremente la construcción de viviendas para personas de escasos recursos, tardará muchísimo tiempo en suplir el déficit. Con el aumento de la población, obviamente, sucede lo mismo.
Algo que me ha sorprendido, finalmente, es la continua construcción de torres de alto costo y gran lujo, lo cual atribuyo al auge económico, poco homogéneo, de la riqueza nacional, donde se ha concentrado en una demanda, en unos sectores más reducidos, pero de alto poder adquisitivo.
La construcción para fines industriales va en paralelo con el crecimiento y el desarrollo económico del país, que ha continuado.
Hechoenrd: ¿Podemos incrementar las exportaciones?
PC: Es una necesidad que se fomenten las exportaciones, como demostración del desarrollo de un país.
Hemos vivido de espaldas a buscar beneficios a través de las exportaciones.
Buscando el origen de esto, he pensado que quizás el precio del mercado local sea porcentualmente mucho más rentable que el de exportación, lo cual significa que si un producto se vende aquí con un 15 o 20% de beneficio bruto, posiblemente –y es mi experiencia en muchos renglones-, en el mercado internacional tienen un margen que oscila entre un cinco, seis o siete por ciento, lo cual no resulta atractivo para el industrial exportar, pero vale la pena hacer un esfuerzo como país.
Hay algunos artículos que hay una protección natural. Incluso soy beneficiario en algunos casos de esa protección natural...
Hechoenrd: Cemento, por ejemplo.
PC: No es que cemento tenga una protección natural, sino una protección de hecho porque los precios son de los más bajos del Caribe y Centroamérica. Por ejemplo, en Colombia se vende la tonelada de cemento entre 110 y 120 dólares la tonelada, y aquí está en 80, en el mercado local. La importación resulta antieconómica.
Hay productos como la tubería (para acueductos, todo lo de PVC) que tienen una relativa ventaja no arancelaria, pero sí de hecho por el costo del flete por el alto volumen de aire que se transporta en ese producto. Parecido a las latas, botellones de agua, tanques... que hacen semiprohibitivo importar para competir con una fábrica local.
Hechoenrd: ¿Nuestra producción tiene calidad? ¿Tenemos un marco regulatorio que haga que la competencia sea equitativa en el mercado local?
PC: En cuanto a la calidad se refiere no se puede decir categóricamente que sí ni categóricamente que no. Hay productos en que hay calidad aceptable no sólo para el consumo local, sino también para la exportación.
Hechoenrd: ¿Es la calidad la requerida para exportar?
PC: La calidad de exportación es muy importante pero también hay que hacer algún hincapié en que para conseguir un mercado de exportación no vale sólo la calidad, el producto y el precio.
Mi experiencia en el mercado internacional, nosotros que exportamos relativamente altos volúmenes al mercado americano, Puerto Rico y otros mercados, sabemos que la exigencia de la calidad es muy rigurosa fuera de aquí. El mercado local es más tolerante.
Yo sugiero, como hizo Japón luego de la Guerra Mundial, los productos japoneses estaban desacreditados por ser de baja calidad, se creó un estándar fiscalizado por el Ministerio de Industria japonés que se llamaba el Japan Industrial Standard, JIS, donde ningún producto japonés aceptaban que fuera al exterior sin pasar por una prueba de calidad local. No porque fuera una traba sino para proteger el nombre del producto japonés. Yo creo que la República Dominicana debiera establecer controles de calidad para los productos que van a ser exportados, con tanto o más rigor que el que se necesita para el consumo local.
Cualquier producto dominicano que salga al mercado internacional de baja calidad, no sólo se reflejará en ese producto sino en los productos dominicanos. O sea, que hace un daño colectivo.
Hechoenrd: ¿Y cómo puede lograr un productor dominicano canales de distribución e cientes?
PC: La calidad es sumamente importante, pero no importa la calidad, no importa el precio, no importa lo competitivo que se sea si el exportador dominicano no tiene los canales de distribución de sus productos en el extranjero no ha hecho nada.
Tiene que tener contacto con las grandes cadenas que venden ese producto, sobre todo en el mercado americano, y en los mercados más pequeños con los grandes consumidores, mayoristas del producto...Sin esto no es fácil penetrar sustancialmente, aun teniendo buen precio y calidad aceptable. Y es un factor que a veces se olvida cuando se quiere competir en el mercado de exportación.
Corripio en la industria
Hechoenrd: A la familia Corripio se le vincula mucho al comercio, a los negocios, personas exitosas y trabajadoras... ¿cómo fue que pensó ingresar en el sector industrial?
PC: No fuimos industriales que fabricamos y empezamos a buscar clientela para vender. Fuimos distribuidores, importadores, comerciantes, que creamos un mercado para los productos que importábamos, y cuando teníamos un volumen que justicaba la fabricación local, pasamos a la fabricación.
Teníamos el volumen, la clientela, teníamos todo. Pensamos que podíamos fabricar a precios competitivos, nos desconectamos de la importación y pasamos a la fabricación, cosa que generalmente se hace al revés. Hicimos el proceso inverso, en contra del librito, pero funciona. No hay un período de languidecimiento buscando clientes, buscando competitividad...
Hechoenrd: ¿Cuál fue el primer producto o área de fabricación para ustedes?
PC: El primer producto fue metalúrgico: las planchas de acero para techar, en el 1968, el zinc liso y corrugado. Industrias Corripio, todavía establecida en la esquina de la entrada del Cristo Redentor, cercana a la autopista Duarte. Ahí empezamos.
Fui de los socios de Nedoca y cuando Nedoca cerró me quedé con la marca y la fabricamos a través de terceros, los productos Nedoca. Luego vino el alambre eléctrico, cables eléctricos, pinturas, latas, envases plásticos, tuberías de PVC, metalurgia (clavos, alambres de púas, lisos, galvanizados, etc).
En Cemento nos asociamos con Cemento Colón que ahora es Argos y estamos estudiando también la posibilidad de ampliarnos con la fábrica de cemento de Pedernales, que tiene la exportación. Y también estamos ahora mismo en el proceso final de adquirir un molino de harina y cereales.
Tenemos también el molino de Avena Quaker, en Pedro Brand. Tenemos la fábrica de Gatorade que vendemos en Puerto Rico y las islas del Caribe. Ahora estamos ampliando para producir otros jugos: Tropicana, V8, entre otros.
Y finalmente también vamos a entrar, estamos en proceso, en una pasteurizadora de leche, en sociedad con la Cooperativa Dos Pinos de Costa Rica.
Hechoenrd: ¿Está la industria de la construcción innovando o estamos rezagados?
PC: Le dije a mi amigo Tato Bisonó que él no tenía una compañía constructora, sino una fábrica de casas, que son dos cosas distintas. Fabrica casas como si salieran de un taller, en serie, integrado. Entonces él tiene una fábrica de casas, que es diferente a un constructor que le contratan y hace uno, dos apartamentos, un pequeño reparto.
Ser competitivo tiene que ser al estilo Tato Bisonó, que lo que tiene no es una constructora, aunque él diga que lo es, es una fábrica de casas económicas.
Él ha sembrado innovaciones, por eso puede fabricar en serie casi ciudades y con márgenes de beneficios. Una fábrica es aquella que tiene un sistema de producción corrido y constante. El constructor que tiene que contratar obreros, albañiles, carpinteros, cuando tiene una obra, tiene que estar en recontratamiento de gente. Por ejemplo, las industrias que menciono son industrias cuyos empleados tienen trabajo todo el año, tienen trabajo permanente, mientras el constructor promedio contrata gente cuando tiene trabajo. “Fábrica de Construcción”, el que fabrica no puede cerrar la fábrica. Es una diferencia que considero muy importante.
Perspectivas
Hechoenrd. Para finalizar. Hemos tenido crecimiento económico, altas y bajas en el segmento de la construcción. Usted que lo vive desde dentro, ¿qué perspectiva visualiza?
PC: Eso tiene dos respuestas.
Número uno, digo que el primer libro de economía que se escribió en el mundo no es el libro de Adam Smith (Las riquezas de las naciones), sino el Antiguo Testamento en el que se habla de siete años de vacas gordas y siete años de vacas flacas. Es el sueño del faraón y José. Lo que quiero decir es que es muy difícil en algún ámbito un corrido prolongado de bienestar creciente. En el bienestar se crean las semillas del desajuste. La austeridad y la disciplina son difíciles de imponer en la abundancia. Entonces se producen los ciclos, no por ser imposible, sino porque el mismo bienestar genera una cantidad de desajustes y de necesidades innecesarias en la población, que hacen insostenible el progreso continuo.
El futuro depende, muchas veces, de uno mismo: de los industriales, del Gobierno, de una sincronización de objetivos, de pensar qué le conviene al país antes o simultáneamente con lo que le conviene a uno, y pensar que a uno lo que le conviene es lo que le conviene al país.
Hechoenrd: Las perspectivas dependen entonces de confianza, persistencia.
PC: Y también no repetir los errores. No necesariamente se aprende con los errores que uno comete, uno puede aprender de los errores que han cometido otros países, otras gentes, sin meter la pata uno mismo. Es una forma más cómoda de aprender.
He aprendido mucho. Hay muchas variables. Se cometen errores por acción y por omisión. Algunos por no aprovechar el momento cometen un error y cuando despertó ya no estaba ahí la oportunidad. Otros por pensar que pueden imponerse en el mercado y destruir al competidor más débil, lo cual es un error. Aplastando al más débil ese espacio lo ocupará uno más fuerte. Es mejor mantenerse en armonía, no hay necesidad de atropellar, se revierte en contra del que atropella porque ese espacio no queda nunca libre.Como se ha señalado, esta es una tarea propia de la adolescencia y la transición a la adultez. En esta película PH parte de este tema como aparentemente ya resuelto, pero la elección de la enseñanza como modo de sobrevivir lleva a redefinir lo que pensó que sería: un gran compositor de música.


Contribuido de la revista de la AIRD, versión digital:  https://issuu.com/hechoenrd/docs/10ma_edici__n_hechoenrd?platform=hootsuite


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