miércoles, 25 de diciembre de 2013

Libro / Mujeres emocionalmente prisioneras

Llamadas a ser libres


Hay hambres fáciles de satisfacer. Otras, son reflejo de hambres profundas, "hambres históricas", decía un profesor de teología. Y están las hambres emocionales, que parecen radicar muchas veces en un estómago insaciable.
Es el pensamiento que tengo al hojear el libro de la hermana Socorro Morales titulado "Mujeres emocionalmente prisioneras". Su presentación es breve: Sierva de Jesucristo, esposa de Juan Esteban, madre de Yasser, Yadith y Yaffet...
Socorro nos trata en su libro de esas prisiones que no se ven: la ansiedad, el miedo, los celos, la envidia, la codicia, la belleza, la esterilidad, la ignorancia, algunas relaciones -incluyendo los hijos, el marido...  

"Una mujer prisionera es como aquella mujer encorvada que nos relata Lucas capítulo 13. Vivir encorvada es una postura que ilustra muy bien lo que es vivir sin la presencia de Dios. Es vivir arrastrada, con la mirada baja, con dolor físico producto de la misma postura, pero sobre todo, con dolor del alma porque le es imposible levantar la vista hacia otros lugares. Su vista se mantiene únicamente mirando hacia abajo; como mucho, sólo puede mirar de reojo los lados...lo triste es que muchas mujeres viven de igual manera, encorvadas en la opresión y encorvadas por aquellas cargas tan pesadas debido al tiempo que las llevan, producen tantas deformaciones", nos dice Socorro.

Sin embargo, su propósito no es quedarse en el dolor o la amargura, sino darnos una buena noticia."Hay uno que logra enderezar por completo todo lo que esté doblado. El mismo que enderezó a aquella mujer del relato bíblico, es el mismo que puede enderezar el alma y la vida por completa", indica refiriéndose a Jesús de Nazareth.

Luego de la introducción, Socorro aborda el tema de la ansiedad y el miedo y la mujer que le sirve de ejemplo es Ana. Nos da algunas pautas sobre cómo salir de la prisión del temor.
En el capítulo dos nos habla del ser prisioneras del placer, la envidia y la codicia: Jezabel, Dalila, Salomé y el hedonismo... y cómo salir de estas prisiones.
En el capítulo tres nos habla de las prisioneras de la belleza: el gavaje, las kayan, las mursi en Etiopía, para concluir con una reflexión sobre el verdadero concepto de belleza en la Biblia.
En el capítulo cuatro nos habla de las prisioneras del matrimonio (esas mujeres que, como dice nuestro Pastor Rafael Montalvo, sufren de "mariditis" aguda). Nos plantea lo que ha de ser una correcta relación de pareja.
En el capítulo cinco trata de las prisioneras de la esterilidad.
Otra relación es puesta en observación, al hablar de las mujeres que son prisioneras de los hijos.
El siete y ocho trata de las prisioneras de la ignorancia y de las prisioneras de sus decisiones.

Es un libro que vale la pena leer. Creo que el primero de esta sierva de Cristo que es Socorro Morales. Una mujer que conoció el dolor y que, sin embargo, sigue con su corazón lleno de esperanza y gozo.

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