miércoles, 19 de noviembre de 2014

Invitado / Credo liberal

La batalla que deben dar los liberales
Al recibir el Premio de la Asociación Nacional de Fomento Económico (ANFE) a la Libertad 2014, Juan Carlos Hidalgo realizó un descarnado análisis de la coyuntura costarricense, donde destacan las aparentes contradicciones entre un crecimiento económico sostenido y la realidad hiriente del crecimiento de la pobreza. Aquí, algunos fragmentos. El subrayado es nuestro (Milton T).

"... La apertura económica que ha experimentado Costa Rica a partir de mediados de los ochenta nos ha dado un ritmo de crecimiento económico que se encuentra entre los más altos de América Latina. No obstante, las cifras oficiales indican que el país ha fracasado consistentemente en reducir la tasa de pobreza por debajo de la barrera del 20%. Según los últimos cálculos del INEC, la pobreza incluso aumentó en el último año y ahora afecta a más de un millón de costarricenses. Esto debe servir de prueba inequívoca del déficit social del modelo."
"... Las medidas de liberalización que se han implementado en los últimos 30 años revela el fuerte sesgo mercantilista de estas. Gobiernos sucesivos adoptaron regímenes monetarios, comerciales, fiscales y regulatorios que beneficiaron a sectores específicos a expensas de la población en general, especialmente de los más pobres."
"... Mientras los gobiernos han ofrecido todo tipo de facilidades a grandes empresas que se radican en zonas francas, el empresariado nacional debe soportar un implacable viacrucis impositivo y regulatorio. Según el último índice Haciendo Negocios del Banco Mundial, el empresario promedio costarricense paga una carga impositiva total sobre sus ganancias del 58%, más alta que el promedio de los países desarrollados, o incluso que el promedio latinoamericano."
"... Este estrangulamiento regulatorio es la principal razón por la que un tercio de la población económicamente activa de Costa Rica se encuentra en el sector informal. Las clases pudientes pueden costear los abogados y contadores que les permiten navegar por las aguas de la burocracia estatal. Pero a los pobres no les queda otra que tirarse a las calles a ganarse el sustento a como dé lugar. Como indica Mario Vargas Llosa en el prólogo de El Otro Sendero, en nuestros países la legalidad es 'un privilegio al que sólo se accede mediante el poder económico y político'. Hoy, en Costa Rica, un tercio de la población se encuentra atrapado en ese apartheid económico y legal llamado informalidad."
"... La política monetaria de los últimos 30 años ha constituido un enorme subsidio para exportadores y el sector financiero a expensas de los que menos tienen."
"... Los productos que más peso tienen en la canasta básica, como el arroz, la leche, los frijoles y el pollo, son los primeros en ser excluidos de toda negociación o en contar con plazos de desgravación de hasta 20 años. Todo esto con el fin de beneficiar a grandes oligopolios como Conarroz, Dos Pinos y Pipasa. Como consecuencia de esta política comercial mercantilista, una madre soltera en La Carpio puede comprar un Ribera del Duero libre de aranceles, pero no una caja de leche."
En 2013 "... El Estado gastó casi $1.000 millones en 44 programas antipobreza administrados por 24 instituciones públicas. Y aún así, las estadísticas indican que cada vez tenemos más pobres en Costa Rica."
"... Los liberales debemos enfatizar la moralidad del sistema económico que promovemos. Como señala Tom Palmer, 'no hay otro sistema que haga de la libertad y responsabilidad de los seres humanos, de su capacidad de solidaridad espontánea, de la honestidad y el respeto mutuo, de la pasión por el trabajo bien hecho y de la colaboración pacífica entre personas, su eje valórico'. Solo somos los liberales los que consideramos a cada ser humano como un fin en sí mismo, dueño absoluto de su vida, anhelos y sueños. Y es la creencia en ese derecho individual a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, la que guía nuestro trabajo."

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