Una
oportunidad: llamados a ser líderes
Palabras de Ligia Bonetti a graduandos del INFOTEP.
Ustedes
se encuentran en un nuevo punto en su vida. Han recibido una capacitación que
les hace competentes en diversas áreas. Probablemente algunos se encuentren
trabajando en ella, otros buscarán afanosamente trabajo y hasta les puedo
vaticinar que no será fácil.
Sea
cuál sea la situación en la que se encuentren, ustedes están llamados a ser
líderes. Es su oportunidad. Agradezco que me permitan hoy compartir con ustedes
algunos principios que harán posible que aprovechen esa oportunidad o que si ya
lo están haciendo puedan ascender a nuevos niveles.
Qué
definición simple podemos asumir de liderazgo? Liderazgo es influencia. Es, por
lo tanto, la capacidad de obtener seguidores. Piensen, por un momento, en una o
más personas que han influido sobre ustedes, que han dejado huellas en sus
vidas. El asunto no es si usted influye en alguien o no, es qué clase de
influencia ejerce usted. Además, deben convencerse de que la influencia se
desarrolla, el liderazgo se desarrolla.
Liderazgo
es, pues, un asunto de influencia y valores.
Una posición es importante, pero
insuficiente
Algunos
identifican posición y liderazgo. La posición es un nivel básico de entrada al
liderazgo, la influencia de una posición
proviene de un título, de unas capacidades acreditadas o reconocidas. No es un
tema negativo en sí mismo, pero insuficiente.
En el
mundo político y empresarial cuando alguien piensa que es líder porque ha sido
elegido para una posición o designado y entonces utiliza esa posición para
imponer, para conducir a los demás como si fuesen ovejas, entonces está
ejerciendo el poder de su posición, pero no necesariamente liderazgo.
En
ese sentido, desde la posición en la que te encuentres hoy o mañana puedes
abrirte la puerta a niveles cada vez más altos de liderazgo. No te apegues a la
posición como si fuera “la última coca-cola del desierto”, utilízala para ganar
influencia en los demás.
Antes que nada, conoce o reconoce
la realidad
Hay
personas que son optimistas diríamos casi por naturaleza. Son positivos. Pueden
tener la tendencia a idealizar la realidad en diferentes niveles de su vida. No
la conocen o, si alguien les revela lo que realmente pasa, no lo reconocen. Un buen líder se caracteriza por ser
objetivo, reconoce la realidad. Esto no significa que si la realidad es
dura, el líder se suma en un mar de pesimismo, sino que puede buscar soluciones
y asumirlas.
Cuántas
veces un empresario se empeña en mantener una empresa que fundó hace años, pero
que ha empezado hace cuatro o cinco años a dejar pérdidas, a pesar de que sabe
que ya no es competitiva, de que factores del medio facilitan que pierda
mercado ante las importaciones extranjeras, y cae y cae, pero se aferra a su
ilusión, no reconoce la realidad. Con frecuencia la situación es peor de lo que
se imagina, no asume que el costo de mantenerse produciendo es mayor de lo que
piensa y su falta de realismo lo conduce a la bancarrota y probablemente hasta
pierda credibilidad entre sus allegados.
Si
eres de esa tendencia que le cuesta ver la realidad, entonces hay algunas
recomendaciones que puedo hacerte. Primero, reconoce tus debilidades. Segundo,
rodéate de personas realistas. Necesitas personas que te complementen,
diferentes, necesitas de un equipo. Tercero, pide honestidad y sé honesto
contigo. Cuarto, abre las puertas a los que pueden observarte a ti, tu
posición, tu desempeño, tu empresa… desde fuera (es asombroso cómo quienes no
están metidos en el lío pueden ser más objetivos que nosotros).
Ten claro esto: eres la persona
más difícil de dirigir
“Hemos encontrado al enemigo y somos nosotros
mismos”… en esto de dirigir y de liderar la persona más difícil de dirigir
somos nosotros mismos. Tus fallas personales se traducen en fallas en tu
liderazgo.
En
ese sentido, tienes que ser realista contigo mismo. Para superar tus
dificultades, tienes que verlas con objetividad. Generalmente somos más duros
con los demás que lo que somos con nosotros mismos. Si quieres aprender a
dirigirte a ti mismo hacia tus metas y hacia el crecimiento en el liderazgo te
aconsejo:
·
Que
aprendas a obedecer, a seguir. Puedes luego ser mejor líder si has aprendido a
seguir a otros.
·
Desarrolla
la autodisciplina. Eres rey de tu propia vida. Se requiere de carácter y
disciplina para tomar las decisiones correctas y ponerlas en práctica y para salirnos
de las sendas incorrectas.
·
Practica
la paciencia… pocas cosas que valen la pena llegan con rapidez. Ten paciencia.
Madurar requiere tiempo.
·
Aprende
a rendir cuentas a otros…
El liderazgo, cuestión de valores
¿Qué indica que tienes madera líder?
He aquí algunas características:
- Sentido de oportunidad. Un
hombre o una mujer que se desarrolla como líder tiene sentido de
oportunidad. Percibe una necesidad y la aprovecha para desarrollar su
influencia o dar una respuesta.
- Independiente: Un
líder busca trabajar en equipo, pero también goza de cierto grado de
independencia, aun cuando trabaja como subalterno o subalterna. Se
empodera de las políticas y planes de la empresa, lo que los hace
confiables.
- Trabajadores: Los
líderes no son como los jefes que ven a otros trabajar. Los líderes
trabajan duro, muchas horas. Son
conscientes de que el trabajo duro no garantiza el éxito, pero también son
conscientes de que la falta de un esfuerzo arduo casi siempre implica el
fracaso.
- Seguros de sí mismos: Un
trabajador, empresario, empleado inseguro es un riesgo. Un líder
desarrollar la seguridad en sí mismo y una adecuada autoestima.
5.
Establece prioridades. Un líder
establece claramente sus prioridades. Sabe qué es lo urgente y qué es lo
importante. Piensa con la cabeza fría y toma decisiones en base a metas,
objetivos, circunstancias…
6.
Prudentes. Ser líder implica estar abierto a los cambios,
a los riesgos, a las innovaciones, a la novedad… pero también significa
prudencia, tanto en las decisiones que toma en su puesto de trabajo o como
empresario, como en su vida personal.
- Adaptables. Un gurú ya afirmó que lo único constante es el
cambio, y el cambio nos abre puertas de oportunidades, pero necesitamos
ser flexibles, adaptables, o de lo contrario nos iremos quedando atrás.
- Equilibrados. El difícil reto de equilibrar trabajo
empresarial y familia; procesos y resultados; afectos y eficiencia… Es una
especie de ruleta rusa en la que debemos movernos con prudencia, como ya hemos
dicho, para no ser contados como parte de personas o de las empresas que
fracasaron por falta de equilibrios adecuados.
- Planificamos y establecemos metas.
Óiganlo bien: una meta sin fecha no pasa de ser un simple deseo. Las metas
siempre están por escritos, accesibles para ser evaluadas y ajustadas. Los
líderes son capaces de establecerse metas a corto, mediano y largo plazo y
saber cuándo, con quién cuentan, con cuáles recursos…
- Evaluamos. Un líder establece cuáles parámetros
servirán par evaluar sus éxitos.
Quiero
concluir citando a John Maxwell, quien en su libro “Liderazgo, principios de
oro” nos dice:
Liderazgo es estar dispuesto a arriesgarse.
Liderazgo es sentir pasión por hacer una
diferencia en los demás.
Liderazgo es sentirse insatisfecho con la
realidad actual.
Liderazgo es tomar responsabilidad cuando
los demás están presentando excusas.
Liderazgo es ver las posibilidades que
ofrece una situación, cuando los demás solo ven limitaciones.
Liderazgo es estar preparado para
sobresalir en medio de una muchedumbre.
Liderazgo es tener una mente y un corazón
abiertos.
Liderazgo es la capacidad de sumergir su
ego para elegir lo mejor.
Liderazgo es estimular en otros la
capacidad de soñar.
Liderazgo es el poder que ejerce uno para
aprovechar el poder de muchos.
Liderazgo es hacer que un sueño se
convierta en realidad.
Liderazgo, por encima de todo, es valentía.
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