domingo, 9 de noviembre de 2014

Reflexiones sobre liderazgo

Una oportunidad: llamados a ser líderes

Palabras de Ligia Bonetti a graduandos del INFOTEP.

Ustedes se encuentran en un nuevo punto en su vida. Han recibido una capacitación que les hace competentes en diversas áreas. Probablemente algunos se encuentren trabajando en ella, otros buscarán afanosamente trabajo y hasta les puedo vaticinar que no será fácil.
Sea cuál sea la situación en la que se encuentren, ustedes están llamados a ser líderes. Es su oportunidad. Agradezco que me permitan hoy compartir con ustedes algunos principios que harán posible que aprovechen esa oportunidad o que si ya lo están haciendo puedan ascender a nuevos niveles.
Qué definición simple podemos asumir de liderazgo? Liderazgo es influencia. Es, por lo tanto, la capacidad de obtener seguidores. Piensen, por un momento, en una o más personas que han influido sobre ustedes, que han dejado huellas en sus vidas. El asunto no es si usted influye en alguien o no, es qué clase de influencia ejerce usted. Además, deben convencerse de que la influencia se desarrolla, el liderazgo se desarrolla.  
Liderazgo es, pues, un asunto de influencia y valores.

Una posición es importante, pero insuficiente
Algunos identifican posición y liderazgo. La posición es un nivel básico de entrada al liderazgo,  la influencia de una posición proviene de un título, de unas capacidades acreditadas o reconocidas. No es un tema negativo en sí mismo, pero insuficiente.

En el mundo político y empresarial cuando alguien piensa que es líder porque ha sido elegido para una posición o designado y entonces utiliza esa posición para imponer, para conducir a los demás como si fuesen ovejas, entonces está ejerciendo el poder de su posición, pero no necesariamente liderazgo.

En ese sentido, desde la posición en la que te encuentres hoy o mañana puedes abrirte la puerta a niveles cada vez más altos de liderazgo. No te apegues a la posición como si fuera “la última coca-cola del desierto”, utilízala para ganar influencia en los demás.

Antes que nada, conoce o reconoce la realidad
Hay personas que son optimistas diríamos casi por naturaleza. Son positivos. Pueden tener la tendencia a idealizar la realidad en diferentes niveles de su vida. No la conocen o, si alguien les revela lo que realmente pasa, no lo reconocen. Un buen líder se caracteriza por ser objetivo, reconoce la realidad. Esto no significa que si la realidad es dura, el líder se suma en un mar de pesimismo, sino que puede buscar soluciones y asumirlas.

Cuántas veces un empresario se empeña en mantener una empresa que fundó hace años, pero que ha empezado hace cuatro o cinco años a dejar pérdidas, a pesar de que sabe que ya no es competitiva, de que factores del medio facilitan que pierda mercado ante las importaciones extranjeras, y cae y cae, pero se aferra a su ilusión, no reconoce la realidad. Con frecuencia la situación es peor de lo que se imagina, no asume que el costo de mantenerse produciendo es mayor de lo que piensa y su falta de realismo lo conduce a la bancarrota y probablemente hasta pierda credibilidad entre sus allegados.

Si eres de esa tendencia que le cuesta ver la realidad, entonces hay algunas recomendaciones que puedo hacerte. Primero, reconoce tus debilidades. Segundo, rodéate de personas realistas. Necesitas personas que te complementen, diferentes, necesitas de un equipo. Tercero, pide honestidad y sé honesto contigo. Cuarto, abre las puertas a los que pueden observarte a ti, tu posición, tu desempeño, tu empresa… desde fuera (es asombroso cómo quienes no están metidos en el lío pueden ser más objetivos que nosotros).

Ten claro esto: eres la persona más difícil de dirigir
 “Hemos encontrado al enemigo y somos nosotros mismos”… en esto de dirigir y de liderar la persona más difícil de dirigir somos nosotros mismos. Tus fallas personales se traducen en fallas en tu liderazgo.
En ese sentido, tienes que ser realista contigo mismo. Para superar tus dificultades, tienes que verlas con objetividad. Generalmente somos más duros con los demás que lo que somos con nosotros mismos. Si quieres aprender a dirigirte a ti mismo hacia tus metas y hacia el crecimiento en el liderazgo te aconsejo:
·         Que aprendas a obedecer, a seguir. Puedes luego ser mejor líder si has aprendido a seguir a otros.
·         Desarrolla la autodisciplina. Eres rey de tu propia vida. Se requiere de carácter y disciplina para tomar las decisiones correctas y ponerlas en práctica y para salirnos de las sendas incorrectas.
·         Practica la paciencia… pocas cosas que valen la pena llegan con rapidez. Ten paciencia. Madurar requiere tiempo.
·         Aprende a rendir cuentas a otros…

El liderazgo, cuestión de valores
¿Qué indica que tienes madera líder? He aquí algunas características:

  1. Sentido de oportunidad. Un hombre o una mujer que se desarrolla como líder tiene sentido de oportunidad. Percibe una necesidad y la aprovecha para desarrollar su influencia o dar una respuesta.
  2. Independiente: Un líder busca trabajar en equipo, pero también goza de cierto grado de independencia, aun cuando trabaja como subalterno o subalterna. Se empodera de las políticas y planes de la empresa, lo que los hace confiables.
  3. Trabajadores: Los líderes no son como los jefes que ven a otros trabajar. Los líderes trabajan duro, muchas horas.  Son conscientes de que el trabajo duro no garantiza el éxito, pero también son conscientes de que la falta de un esfuerzo arduo casi siempre implica el fracaso.

  1. Seguros de sí mismos: Un trabajador, empresario, empleado inseguro es un riesgo. Un líder desarrollar la seguridad en sí mismo y una adecuada autoestima.
5.      Establece prioridades. Un líder establece claramente sus prioridades. Sabe qué es lo urgente y qué es lo importante. Piensa con la cabeza fría y toma decisiones en base a metas, objetivos, circunstancias…
6.      Prudentes. Ser líder implica estar abierto a los cambios, a los riesgos, a las innovaciones, a la novedad… pero también significa prudencia, tanto en las decisiones que toma en su puesto de trabajo o como empresario, como en su vida personal.
  1. Adaptables. Un gurú ya afirmó que lo único constante es el cambio, y el cambio nos abre puertas de oportunidades, pero necesitamos ser flexibles, adaptables, o de lo contrario nos iremos quedando atrás.
  2. Equilibrados. El difícil reto de equilibrar trabajo empresarial y familia; procesos y resultados; afectos y eficiencia… Es una especie de ruleta rusa en la que debemos movernos con prudencia, como ya hemos dicho, para no ser contados como parte de personas o de las empresas que fracasaron por falta de equilibrios adecuados.
  3. Planificamos y establecemos metas. Óiganlo bien: una meta sin fecha no pasa de ser un simple deseo. Las metas siempre están por escritos, accesibles para ser evaluadas y ajustadas. Los líderes son capaces de establecerse metas a corto, mediano y largo plazo y saber cuándo, con quién cuentan, con cuáles recursos…
  4. Evaluamos.  Un líder establece cuáles parámetros servirán par evaluar sus éxitos.

Quiero concluir citando a John Maxwell, quien en su libro “Liderazgo, principios de oro” nos dice:

Liderazgo es estar dispuesto a arriesgarse.
Liderazgo es sentir pasión por hacer una diferencia en los demás.
Liderazgo es sentirse insatisfecho con la realidad actual.
Liderazgo es tomar responsabilidad cuando los demás están presentando excusas.
Liderazgo es ver las posibilidades que ofrece una situación, cuando los demás solo ven limitaciones.
Liderazgo es estar preparado para sobresalir en medio de una muchedumbre.
Liderazgo es tener una mente y un corazón abiertos.
Liderazgo es la capacidad de sumergir su ego para elegir lo mejor.
Liderazgo es estimular en otros la capacidad de soñar.
Liderazgo es el poder que ejerce uno para aprovechar el poder de muchos.
Liderazgo es hacer que un sueño se convierta en realidad.
Liderazgo, por encima de todo, es valentía.




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