viernes, 28 de octubre de 2016

Subrayando / Ramos: Seguridad y negocios

Palabras de Antonio Ramos, presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) en la apertura de la cuarta edición del seminario “Seguridad Avanzada para el Futuro Empresarial”,

Muy buenos días,
Procurador General de la Republica Jean Alain Rodriguez
Oradores Nacionales e internacionales,
A todos los presentes

Nos sentimos honrados con su presencia y agradecemos nos acompañen en este seminario.

En muchas actividades pareciera que el sector empresarial está tan preocupado de sus dinámicas internas que olvida que su desarrollo depende de dinámicas externas que a veces no sólo condicionan, sino que también determinan sus éxitos futuros.

La seguridad es una de esas áreas.

Antonio Ramos, presidente de la ONEC
Hoy nos encontramos aquí para reflexionar sobre la misma desde diferentes puntos de vista: las implicaciones de una nueva Ley de la Policía Nacional, fundamentos de seguridad personal, seguridad y prevención de riesgos laborales y ocupacionales, el ministerio público y los negocios de venta al detalle, la seguridad corporativa, lecciones sobre riesgos para el sector de ventas al detalle, la seguridad en los medios de pago, y los equipos de prevención de pérdidas…

Ricos aportes de los que estoy seguros todos ustedes terminarán complacidos.

Sin embargo, en estas breves palabras de bienvenida quiero tocar un tema que nos afecta en nuestros negocios, que afecta la calidad de vida de nuestra ciudadanía. Me refiero al tema de la inseguridad ciudadana.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) define la seguridad ciudadana como la inexistencia de violencia y delito, salvaguardada por el Estado.  El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que se trata de aquella seguridad humana que previene contra el delito súbito contra las personas y su patrimonio. Es decir, que tanto la seguridad como la inseguridad no compete sólo a las personas, sino también a las empresas, en cuanto son patrimonio legítimo de quienes invertimos en actividades de servicios o productivas.

Desde la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) nos preocupa el crecimiento de pandillas organizadas que operan como verdaderas “empresas” y que, sin embargo, a la hora de las sanciones se tratan los casos como si fuesen delitos individuales. La labor de inteligencia no desarticula estos aparatos que simplemente sustituyen la baja de uno de sus miembros por otro, el que cae preso se reincorporará en la mayoría de los casos cuando sea liberado y, mientras tanto ciudadanos como empresas seguimos siendo blancos de estas maquinarias que afectan nuestra propiedad, afectan la seguridad de nuestros empleados y clientes, crean zozobra, disminuyen las actividades comerciales, obligan a los ciudadanos a autoreprimirse y salir lo menos posible de sus hogares, disfrutar de espacios públicos, y obligan a las empresas cada día a crecientes gastos para garantizar  la seguridad en sus negocios.
Nos preocupa la carencia de protocolos únicos en el tratamiento a estos casos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó que la inseguridad y la violencia cuesta a la región más de US$120 mil millones. Sin embargo, lo más doloroso es preguntarse cuántas personas –a causa de esta situación- perderán sus vidas antes de tiempo, cuántos negocios verán reducidas sus posibilidades de ofrecer empleo porque no es seguro operar en determinadas zonas u horas, cuántas familias han visto y cuántas verán en el futuro deshecho su hogar porque perdieron a un padre, a un hijo, a una madre…Cuántos dominicanos hemos sufrido la rabia y la impotencia de haber sido víctimas de un robo, un atraco?

El pasado 16 de agosto el Presidente Danilo Medina expresó un especial énfasis en este segundo mandato “en la protección y la seguridad de la población” e indicó que ya cuenta con un marco legal más moderno y eficiente, que incluye la ley para la reforma de la Policía Nacional y otras iniciativas esenciales, como son la ley de tenencia de armas, la de extinción de dominio y la ley que creó el 911. Indicó que este marco legal sería complementado con mejor entrenamiento, equipamiento y dignificación salarial para nuestros agentes y una fuerte apuesta por el uso de la tecnología.

Recientemente se han presentado algunas manifestaciones de estamentos ligados a la Policía Nacional que reclaman mejores condiciones salariales. Independientemente de las discusiones sobre si un policía activo tiene derecho o no a manifestarse, es justo señalar que es urgente mejorar las condiciones salariales de la Policía, pero no es suficiente. Para dignificar la labor policial también deben ser mejoradas sus condiciones de trabajo, sus centros de trabajo, sus horarios.

Mejorar los índices de violencia, depende en gran medida depende del buen funcionamiento de las instituciones de seguridad. Instituciones como la policía, la justicia y las entidades penitenciarias. 

El Presidente Medina prometió acelerar la implementación del Plan de Seguridad, para llevar tranquilidad a las familias dominicanas. Y cito: “Vamos a conquistar, día a día, la seguridad en nuestras ciudades, en nuestros barrios y en el interior de los hogares dominicanos”. Hoy, como negocios, como dominicanos, como padres de familia, anhelamos ver realizada esta conquista, merecemos una sociedad fundamentada sobre la paz.


Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario