Augusto
de la Torre:
‘Quieren
servicios europeos, pero pagar tributos latinos’
Patricia Leitón / La Nación-Economía
Para Augusto de la Torre,
economista-jefe del Banco Mundial, la discusión fiscal es más que un debate
económico, es casi un debate filosófico sobre el tipo de Estado que se quiere.
¿Cómo ve la situación
fiscal de Costa Rica con su ojo externo?
Primero,
permítame referirme a este proceso de diálogo nacional, que es un gran ejemplo
de cómo atacar un tema que es, por definición, de altísima complejidad, y que
mezcla elementos que son altamente técnicos con factores que son eminentemente
políticos.
¿Ha visto un proceso
similar en otro país?
Se
ha hecho en algunos países cuando ha habido reformulaciones del contrato
social; por ejemplo, en Colombia, cuando se hizo el cambio constitucional.
”Cuando
se discute la reforma fiscal, una equivocación es la de enfocarse en un tema
específico, el cual termina siendo distorsionado en el proceso de aprobación
política y uno pierde de vista el marco general de discusión.
”El
proceso fiscal no es simplemente un tema macroeconómico; el tema fiscal es
realmente el eje en el cual gira el contrato nacional.
”Costa
Rica necesita una nueva ola de modernización; la ola de los años 40 y 50
que tanto le sirvió a Costa Rica como un país avanzado se agotó; es necesario
actualizar el proceso, a la luz de las nuevas condiciones”.
¿Considera que estamos en
una situación grave o tenemos tiempo para aplicar medidas?
Es
obvio que la urgencia de la reforma fiscal se intensifica día a día. Costa Rica
antes de la gran crisis global ya tenía la necesidad de replantearse la
institucionalidad fiscal y la política fiscal como un todo. Con la crisis
global se produjo una expansión de gasto que exacerbó el problema del déficit y
que puede bien en los siguientes años poner en peligro la viabilidad general de
las finanzas públicas.
”Costa
Rica está enfrentando una situación en la cual la urgencia del tema se hace
cada vez más acuciante y, a diferencia de otros países de la región
latinoamericana, Costa Rica se rezagó en la actualización de su marco de
política económica, monetaria y fiscal”.
Felipe Jaramillo, director
del Banco Mundial para Centroamérica, nos decía que muchos países cayeron en un
déficit fiscal tras la crisis porque aumentaron el gasto público para
enfrentarla. ¿Han logrado los otros países salir luego del déficit persistente?
El
problema en Costa Rica es que la expansión del gasto ha sido más difícil de
retrotraer, pero no hay que pensar que otros países de la región lo hicieron
perfectamente; en Brasil hay una discusión importante de cómo retirar el
impulso fiscal que se introdujo durante el contexto de la crisis del 2009.
”Lo
fundamental es plantearse el problema fiscal más allá de la coyuntura, hay una
gran tendencia en América Latina, y Costa Rica no es la excepción, a tener una
conversación fiscal a la luz de lo que pasa este año o el otro año.
”Lo
fiscal es parte de la institucionalidad, del corazón del contrato social, la
conversación sobre lo fiscal tiene que ir más allá de la coyuntura de la
realidad macroeconómica, y tiene que ser discutido en un contexto más amplio en
donde se discutan temas ya casi filosóficos: ¿qué Estado quiero?, ¿qué tipo de
servicios públicos quiero tener?, ¿dónde quiero ver involucrado al Estado?,
¿qué poder redistributivo le quiero dar al Estado?, ¿cómo quiero que el Estado
contribuya o no contribuya al proceso de crecimiento de largo plazo?, ¿cuál es
el papel del Estado de una agenda global de equidad social?”.
¿Cómo ve el sistema
tributario costarricense?
Cuando
uno discute temas fiscales, hay que discutir tres niveles.
”El
primer nivel es cuál es la posición fiscal y si es compatible con una situación
macroeconómica estable y sana.
”Luego
hay una discusión, que es más institucional: cuál es el proceso a través del
cual la sociedad discute las finanzas públicas; eso pasa por el tema de quién
aprueba los presupuestos, qué tipo de reglas y procedimientos rigen, cuál es la
gobernabilidad del presupuesto fiscal.
”El
tercer nivel es qué tipo de ingresos quiero tener, cuál es el tamaño y la
composición de los ingresos y cuál es el tamaño y la composición de los gastos.
”Cada
país debe encontrar el equilibrio que sea compatible con su historia, con su
cultura, con sus prioridades; ahí es muy difícil dar una norma general.
Lo que yo te puedo decir es que mi percepción es que Costa Rica se parece más a
los países europeos que a los anglosajones; me parece que los costarricenses
quieren tener servicios públicos europeos, pero quieren pagar solo tributos
latinos”.
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