domingo, 21 de abril de 2013

De Prensa / Pacto por el empleo



Urge a autoridades enfocarse en el empleo

La situación puede agravarse, pero se trata de un tema estructural, no coyuntural, explicó Ligia Bonetti

La Asociación de Industrias de la República Dominicana consideró como urgente que las autoridades y los sectores productivos se enfoquen en salvar los empleos existentes y en fortalecer políticas que lleven a la creación de nuevas oportunidades de trabajo para los dominicanos.

“Desde el sector industrial, sabiendo que no podemos perder más tiempo para convertir la industria dominicana en la gran fuente de empleos formales que requiere nuestro país, estamos planteando la necesidad de un pacto social por el empleo”, señaló Ligia Bonetti al hablar sobre el tema.

Bonetti indicó que algunos medios informaron que la AIRD se refirió a la baja en las ventas en los dos primeros meses del año como una causa posible de pérdidas de empleo. Sin embargo, aclaró, la Asociación de Industrias ha enarbolado la bandera del empleo no como un tema coyuntural, sino como un tema estructural, que requiere ajustes importantes en el modelo productivo de República Dominicana.

“Con la baja en las ventas la situación puede agravarse, pero el tema del empleo no es simplemente coyuntural. Ha sido una de nuestras constantes alertas externadas por nuestro sector durante la última década”, enfatizó Bonetti.

Valoró como positivo que la Ministro de Trabajo se refiera a la necesidad de centrar todas las políticas públicas en la generación de empleos decentes, “pero considero que para esto se necesita que los sectores productivos de bienes transables lleven la bandera en el desarrollo de nuestra nación, a partir de empresas competitivas y exportadoras, tampoco se podrán garantizar los empleos decentes que requerimos”.

Afirmó que, junto a los tres pactos señalados en la Estrategia Nacional de Desarrollo (pacto eléctrico, fiscal y educativo), se puede asumir un cuarto pacto: el pacto social por el empleo.

“En la segunda década del Siglo XXI no podemos seguir sintiéndonos orgullosos de ser una de las economías de más crecimiento económico, si a la vez este crecimiento no se traduce en empleos dignos, vistos en un contexto de globalización, de mercados interdependientes, de internacionalización de las empresas, de fomento de las exportaciones”, indicó la líder industrial.

Aseguró que, aunque con diferencias, sindicalistas y empresarios están conscientes de la necesidad de modificación del Código Laboral. “No se trata de que los trabajadores pierdan derechos. Ese prejuicio debe dejarse de lado de parte del sector laboral, pero también debe dejarse de lado cualquier asomo de pensar que restando derechos avanzaremos. Se trata, más bien, de entender que el marco laboral tiene que ser equitativo, tiene que facilitar la relación obrero-patronal, tiene que evitar y hasta sancionar a los mercaderes que se lucran con las quiebras de empresas o con las necesidades de los trabajadores”, enfatizó Bonetti.

Dijo que trabajadores y empresarios pueden sentarse en la mesa del diálogo y pensar en el bienestar de los trabajadores y en el bienestar de las empresas como los dos brazos necesarios de una balanza que requiere de equilibrio para poderse sostener.

Otro aspecto tocado por la dirigente empresarial fue el de la baja calidad del sistema educativo dominicano en relación a la productividad, la cual asegura que es mucho menor a muchos países de la región. “Sin incremento de la productividad no tendremos posibilidades de colocarnos entre los países que se encuentran a la punta de la competitividad en la región. Es un punto por donde podemos romper el relativo estancamiento en que nos encontramos. Es imprescindible que el sistema educativo tenga, como uno de sus ejes clave, la formación para el trabajo, para el mercado laboral en un mundo globalizado y que requiere nuevas habilidades”.


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Algunos datos
Desde hace varios años hemos externado la necesidad de un cambio en nuestro modelo económico y una de nuestras principales preocupaciones ha sido el tema del empleo en el sector manufacturero. En el año 2000 el empleo formal en la industria ascendía a 505 mil personas, mientras que en el 2011 esta cifra se redujo 400 mil. Esta es, quizás, una de las explicaciones posibles sobre el hecho de una economía que crece en su PIB, pero que no significa mayor bienestar social. Sin empleos de cada vez mayor valor agregado, empleos decentes, no es posible articular desarrollo económico y desarrollo social.

Actualmente exhibimos un 15.1% de desempleo, un 65% de gastos laborales y un 34.0% de jóvenes que ni estudian ni trabajan. A lo anterior, añadimos que el 75.4% de los empleos creados en el presente siglo (hasta octubre del año 2012) corresponden al sector informal de la economía (es decir, tres de cada cuatro nuevos empleos fueron creados en el sector informal).

Al 2012 el sector manufacturero, además, había perdido uno de cada cinco empleos que tenía a inicios de la década. Un nuevo empleo en el sector de la manufactura genera varios más en los sectores de servicios, pero un empleo que se pierde en nuestro sector, tiene un efecto multiplicador negativo, incrementando el empleo informal.

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