Urge
a autoridades enfocarse en el empleo
La situación puede agravarse, pero
se trata de un tema estructural, no coyuntural, explicó Ligia Bonetti
La Asociación de Industrias de la
República Dominicana consideró como urgente que las autoridades y los sectores
productivos se enfoquen en salvar los empleos existentes y en fortalecer
políticas que lleven a la creación de nuevas oportunidades de trabajo para los
dominicanos.
“Desde el sector industrial, sabiendo
que no podemos perder más tiempo para convertir la industria dominicana en la
gran fuente de empleos formales que requiere nuestro país, estamos planteando la necesidad de un pacto social por el empleo”,
señaló Ligia Bonetti al hablar sobre el tema.
Bonetti indicó que algunos medios
informaron que la AIRD se refirió a la baja en las ventas en los dos primeros
meses del año como una causa posible de pérdidas de empleo. Sin embargo,
aclaró, la Asociación de Industrias ha enarbolado la bandera del empleo no como
un tema coyuntural, sino como un tema estructural, que requiere ajustes
importantes en el modelo productivo de República Dominicana.
“Con la baja en las ventas la
situación puede agravarse, pero el tema del empleo no es simplemente
coyuntural. Ha sido una de nuestras constantes alertas externadas por nuestro sector
durante la última década”, enfatizó Bonetti.
Valoró como positivo que la Ministro
de Trabajo se refiera a la necesidad de centrar todas las políticas públicas en
la generación de empleos decentes, “pero considero que para esto se necesita
que los sectores productivos de bienes transables lleven la bandera en el
desarrollo de nuestra nación, a partir de empresas competitivas y exportadoras,
tampoco se podrán garantizar los empleos decentes que requerimos”.
Afirmó que, junto a los tres pactos
señalados en la Estrategia Nacional de Desarrollo (pacto eléctrico, fiscal y
educativo), se puede asumir un cuarto pacto: el pacto social por el empleo.
“En la segunda década del Siglo XXI no
podemos seguir sintiéndonos orgullosos de ser una de las economías de más
crecimiento económico, si a la vez este crecimiento no se traduce en empleos
dignos, vistos en un contexto de globalización, de mercados interdependientes,
de internacionalización de las empresas, de fomento de las exportaciones”,
indicó la líder industrial.
Aseguró que, aunque con diferencias,
sindicalistas y empresarios están conscientes de la necesidad de modificación
del Código Laboral. “No se trata de que
los trabajadores pierdan derechos. Ese prejuicio debe dejarse de lado de parte del
sector laboral, pero también debe dejarse de lado cualquier asomo de pensar que
restando derechos avanzaremos. Se trata, más bien, de entender que el marco
laboral tiene que ser equitativo, tiene que facilitar la relación
obrero-patronal, tiene que evitar y hasta sancionar a los mercaderes que se
lucran con las quiebras de empresas o con las necesidades de los trabajadores”,
enfatizó Bonetti.
Dijo que trabajadores y empresarios pueden
sentarse en la mesa del diálogo y pensar en el bienestar de los trabajadores y
en el bienestar de las empresas como los dos brazos necesarios de una balanza
que requiere de equilibrio para poderse sostener.
Otro aspecto tocado por la dirigente
empresarial fue el de la baja calidad del sistema
educativo dominicano en relación a la productividad, la cual asegura que es
mucho menor a muchos países de la región. “Sin incremento de la productividad
no tendremos posibilidades de colocarnos entre los países que se encuentran a
la punta de la competitividad en la región. Es un punto por donde podemos
romper el relativo estancamiento en que nos encontramos. Es
imprescindible que el sistema educativo tenga, como uno de sus ejes clave, la
formación para el trabajo, para el mercado laboral en un mundo globalizado y
que requiere nuevas habilidades”.
Insert
Algunos datos
Desde hace varios
años hemos externado la necesidad de un cambio en nuestro modelo económico y
una de nuestras principales preocupaciones ha sido el tema del empleo en el
sector manufacturero. En el año 2000 el empleo formal en la industria ascendía
a 505 mil personas, mientras que en el 2011 esta cifra se redujo 400 mil. Esta
es, quizás, una de las explicaciones posibles sobre el hecho de una economía
que crece en su PIB, pero que no significa mayor bienestar social. Sin empleos
de cada vez mayor valor agregado, empleos decentes, no es posible articular
desarrollo económico y desarrollo social.
Actualmente exhibimos
un 15.1% de desempleo, un 65% de gastos laborales y un 34.0% de jóvenes que ni
estudian ni trabajan. A lo anterior, añadimos que el 75.4% de los empleos
creados en el presente siglo (hasta octubre del año 2012) corresponden al
sector informal de la economía (es decir, tres de cada cuatro nuevos empleos
fueron creados en el sector informal).
Al 2012 el sector
manufacturero, además, había perdido uno de cada cinco empleos que tenía a
inicios de la década. Un nuevo empleo en el sector de la manufactura genera
varios más en los sectores de servicios, pero un empleo que se pierde en
nuestro sector, tiene un efecto multiplicador negativo, incrementando el empleo
informal.
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