martes, 16 de abril de 2013

Nicaragua / Textiles en aprietos

Textiles en aprietos por TPL

En 2014 vence el sistema preferencial que permite a Nicaragua vender textiles usando materia prima de países fuera del DR-Cafta

Wendy Álvarez Hidalgo
La Prensa - Nicaragua
El 31 de diciembre de 2014 será el último día que las textileras nicaragüenses podrán vender a Estados Unidos sus productos fabricados con materia prima de países que no forman parte del Tratado del Libre Comercio entre ese país, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés). Cualquier prenda de vestir de ese tipo que quiera entrar a ese mercado deberá pagar impuesto, lo que ocasionará un incremento de hasta un 35 por ciento en los costos de producción de las empresas del sector textil y de confección, en detrimento del empleo y las exportaciones.
 Y es que a finales del próximo año vencen los nueve años de gracia que los Estados Unidos dio a Nicaragua, beneficio conocido como Nivel de Preferencia Arancelaria (Tariff Preference Level o TPL) que permite al país exportar prendas de vestir elaboradas con hilados y tejidos de terceros países, por un volumen máximo anual de cien millones de metros cuadrados.
Nicaragua se había comprometido a aprovechar esos años de tratamiento especial para impulsar la producción de su propia materia prima, pero hoy de cara al fin de ese beneficio el futuro del sector y los ochenta mil empleos que genera son inciertos. Después de casi nueve años, el país no produce tejidos textiles a gran escala; se siguen haciendo intentos, tales como la llegada de Millknit Industries, que producirá tela de tejido de punto, pero aún está en proceso de instalación. La crisis que agobia las grandes potencias sigue trabando mayor flujo de inversiones en esta área. Mientras tanto, representantes del Gobierno cabildean intensamente para renovar los TPL antes de 2014. Lograrlo no será fácil.
Gary A. Clements, consejero económico de la Embajada de los Estados Unidos en Managua, explica que “una extensión de esta disposición requeriría de una legislación en los Estados Unidos, la aprobación de todos los países miembros del Cafta, así como tener que reabrir y renegociar el tratado entero”.

SECTOR HA CRECIDO

Y aunque el país todavía no produce su materia prima para la confección de prendas, Clements afirma que “el sector de textiles y prendas de vestir de Nicaragua se ha beneficiado enormemente de la disposición de los TPL y ahora es globalmente competitiva y tienen la oportunidad de jugar en un campo nivelado junto a los demás países Cafta”.
En casi una década las textileras que operan bajo el régimen de zona franca han poblado la mayoría de los parques industriales del país. Actualmente de las 166 empresas de zona franca que existen más de 70 están involucradas en la producción de prendas de vestir, según datos de la Federación Cámara Nicaragüense de Zonas Francas Privadas (FCNZFP).
También la cesta de productos exportables se ha diversificado y los ingresos en divisas de este sector se han duplicado en siete años de vigencia del DR-Cafta.
El director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), Dean García Foster, advierte que si el país pierde ese tratamiento especial el sector frenaría su crecimiento y al menos el cincuenta por ciento de las exportaciones de productos textiles se verían afectadas. “Si no se renuevan los TPL perderíamos un incentivo para que las empresas vengan a invertir al país”, afirma.
García, quien discrepa de las afirmaciones de Clements de que se tendría que reabrir y renegociar el tratado entero, explica que ese beneficio solo fue negociado de forma bilateral con los Estados Unidos, es decir sin involucrar al resto de países centroamericanos y República Dominicana.
Es cierto, admite, que se necesitará pasar en el Congreso de los Estados Unidos una ley, “y nosotros ya estamos cabildeando eso en los Estados Unidos y estamos esperando el momento apropiado para someter ese texto, que esperamos pase pronto. No creemos que deba ser ratificado por todos los países centroamericanos precisamente porque es un tema bilateral, entre Nicaragua y los Estados”.
Álvaro Porta, quien participó en las negociaciones del DR-Cafta estando al frente de la oficina de la Dirección General de Comercio Exterior del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), cree que la renovación de ese beneficio dependerá de “la buena voluntad del Gobierno de los Estados Unidos”, al recordar también que existe un comité administrador del Tratado, integrada por representantes de cada país firmante, que puede examinar la petición de Nicaragua.
Porta dice que el país debería impulsar una campaña de respaldo a nivel regional para la renovación de ese mecanismo, que ha dado fuerte impulso a la generación de empleos.
De hecho la empresa privada nicaragüense anunció en días recientes que aprovechará una reunión que sostendrán con el presidente Barack Obama para abordar el tema de la renovación de ese beneficio al país. Obama visitará Costa Rica el próximo mes, en el marco de un encuentro de mandatarios del istmo.

LA JUSTIFICACIÓN Y LO QUE PIDEN      
  
¿Bajo qué argumentos pretende Nicaragua lograr la renovación de los TPL? ¿Y qué pide? En palabras del director ejecutivo de Anitec, el país no pudo desarrollar la industria de producción de tejidos e hilados “porque por efecto de la crisis 2008 y 2009 no pudimos cumplir ese objetivo, usted sabe todo el impacto que tuvimos por esos dos años de crisis”.

Durante esos años dos docenas de empresas cerraron operaciones en Nicaragua, como la compañía estadounidense Cone Denim, que invirtió cien millones de dólares para la producción de tela para jeans. “Por eso nosotros decimos repongan esos años de crisis”, enfatiza García. Y es por eso que están pidiendo a Estados Unidos la extensión del TPL para un período de diez años más.

En lo único de lo que sí se ha avanzado, es en la diversificación de los productos textiles que exporta Nicaragua. García incluso admite que los proyectos de producir algodón apenas están en período de exploración.


Ni siquiera hilos
Nicaragua no produce ninguna materia prima para los productos textiles, ni siquiera hilo o botones. A nivel de Centroamérica y República Dominicana —países firmantes de tratado con los Estados Unidos— solo Costa Rica consiguió un TPL para piezas hechas a base de lana, el resto al menos produce gran parte de sus materias primas y la complementan importando de los Estados Unidos. García Foster dice que no se podría importar todo de EE. UU. porque cada pieza tiene tela de calidad diferenciada.

Parques industriales se frenarían
El director de Anitec, Dean García Foster, advierte que si Nicaragua no logra la renovación de los TPL, el país dejaría de ser atractivo para la llegada de inversionistas de ese sector, poniendo en riesgo decenas de miles de empleos.

La Federación Cámara Nicaragüense de Zonas Francas Privadas planea en el próximo quinquenio duplicar las áreas de las naves industriales que actualmente funcionan en el país.

Eso implicaría construir cinco parques anuales para generar cien mil nuevos empleos, según estimó en julio del año pasado Carlos Argeñal, presidente de esta federación.

Si no se renuevan los TPL este crecimiento se vería amenazado.

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