lunes, 8 de abril de 2013

Otra óptica / El salario en RD



Análisis económico: el problema del salario
Louis Malkun / Acento.com.do

¿Cual es problema que tienen los salarios en República Dominicana? El per cápita para el 2011 nominal (sin usar Paridad del Poder de Compras) sigue entre los más bajos comparando 27 países de América Latina y el Caribe. De esos países, 18 tienen ingresos por cápita por encima de nosotros y 10 por debajo. Entre estos últimos están Bolivia, Nicaragua, Haití, Honduras, Ecuador, El salvador, Paraguay y Guatemala.

Hablamos de un ingreso per cápita de unos US$5,400 al año o su equivalente en pesos de RD$212,000, que a su vez representan unos RD$17,000 mensuales.

No es que estemos tan mal salarialmente ya que superamos a muchos países de la región, pero comparando el nivel de competitividad, medido por el Foro Económico Mundial, estamos en una posición peor que la de esos países con menor salario per cápita que nosotros, excepto en los casos de Haití y Paraguay. Y eso es muy grave.

El salario mínimo dominicano (que oscila entre RD$6,035 a 9,905 de acuerdo al tamaño de las empresas) responde al mismo patrón donde hay países con menos per cápita que Republica Dominicana pero con mayor salario mínimo. Para una canasta básica que cuesta RD$26,195, ni el salario mínimo más alto alcanza a cubrir el 50% de ese valor.

Y el problema radica en la distribución de la riqueza. O sea, como se distribuye el PIB entre toda la población. Si analizamos el nivel de salario mínimo en el sector público y lo comparamos con los que más ganan, la diferencia es abismal y supera la de cualquier país de la región. Y esto así, porque los salarios de niveles altos y medios se ajustan en mayor proporción y con más rapidez que los bajos salarios, donde se ubica la mayoría.

También sucede en el sector privado, aunque los extremos no son tan alucinantes como en el sector publico. Obviamente, en el sector privado se encumbren los altos salarios con otras formas de pagos e incentivos para evitar mayores cargas impositivas.

Otro problema radica en el elevado nivel de impuestos a la renta que existe en Republica Dominicana (29%) y en el uso que se le da al dinero público. Nadie quiere pagar impuestos para que se lo roben o se gaste en estupideces. Si no hubiera tanta corrupción y el impuesto a la renta se redujera al 15%, la evasión se reduciría en más de un 60%, lo que al final de traduce en mayores ingresos fiscales y mejores salarios. Eso no se equivoca.

Volviendo al tema, el ajuste que se necesita para que el salario alcance el poder adquisitivo de hace 11 Años (2001), es de un 22% (promedio entre los quintiles bajos y medios). De hacerse ese aumento aun seguiríamos entre los 13 países con más bajo salarios de América Latina y el Caribe. Aquí se está pensando en un aumento entre 5% y 10% y es posible que sea al salario mínimo.

El gobierno no confronta problemas cuando se habla de ajuste salarial. Aquí vale más la cantidad que la calidad. Además, el presupuesto no alcanzaría para ajustar los salarios, por ejemplo, en un 20%.  Aquí el problema es el elefantismo estatal, donde hay ministerios que tienen hasta 3 veces más empleados que los mismos ministerios en países como Chile, Colombia, Costa Rica o Argentina.

En el caso del sector privado, las dificultades son mayores, porque los costos con que trabajan las empresas son demasiado elevados respecto al resto de la región, especialmente de Centroamérica y el Caribe. La energía es casi el doble de cara, los servicios públicos son precarios, los impuestos son muy altos, la burocracia es demasiado costosa por la corrupción y poca transparencia y hay un código laboral obsoleto que mantiene la doble tributación en la seguridad social (cesantía y pensión).

Pero también la industria nacional, es por lo regular, ineficiente y opera con muy baja productividad, lo que presiona hacia abajo el salario real y eleva el precio de los bienes. La calidad del producto no se controla y su presentación deja mucho que desear. La bancarización es igualmente baja y el cheleo domina el mundo comercial donde la mitad de los negocios son informales y pagan por debajo del salario mínimo.

Es por esa razón, que un aumento salarial de alrededor de 22% (los sindicatos demandan un 30%) es lo más justo para retomar el poder adquisitivo del 2001, pero las empresas en sus actuales condiciones, no lo soportarían. Tal nivel de ajuste podría significar despidos masivos de empleados cuando ya existe una desocupación abierta de un 16%. Por eso, la negociación salarial debe volcarse hacia un aumento racional, que ronde el 10% en el 2013 y otro 10% en el 2014.

El problema salarial (incluyendo el del sector informal), hay que abordarlo en una óptica más amplia que incluya reducción del impuesto a la renta, revisión del código laboral, incentivos fiscales dirigidos específicamente a la renovación tecnológica de las empresas (mayor productividad), reducción de la tarifa eléctrica, expansión de la bancarización y transparencia gubernamental. Todo eso ayudaría también a que muchos negocios se formalicen y los salarios aumenten, sin necesidad de que el gobierno haga ningún sacrificio fiscal, porque al final de cuentas, sus ingresos terminaran siendo mayores y la corrupción un poco menor.

¿Estoy soñando? Probablemente, pero no hay otra vía para dignificar el salario. http://www.acento.com.do/index.php/news/66298/56/Analisis-economico-el-problema-del-salario.html

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